La recaudación total alcanzó los 400 euros, una buena cantidad si se tiene en cuenta que la festividad de San Antón cayó en lunes, lo que restó afluencia de público a una subasta que congrega a las puertas de la iglesia granjeña a numerosos vecinos dispuestos, como cada año, a pujar por los artículos que se llevan y colaborar así para costear las necesidades de la parroquia. El año pasado la colecta casi alcanzó los 600 euros. El dinero recaudado no tiene este ejercicio un destino fijo, una vez que ... (ver texto completo)