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CASTROVERDE DE CAMPOS: TIERRA DE CAMPOS Y REINO DE LEÒN:: REINO DE LEÒN, REINO...

TIERRA DE CAMPOS Y REINO DE LEÒN:: REINO DE LEÒN, REINO DE CASTILLA, COMUNIDAD DE CASTILLA Y LEÒN Y TIERRA DE CAMPOS  SON EL COMPENDIO DE LA HISTORIA DESDE LA PREHISTORIA HASTA NUESTROS DÌAS. TIERRA DE CAMPOS ES UNA PARTE DE ESAS PROVINCIAS ///LEÒN-VALLADOLID - PALENCIA Y ZAMORA//// QUE FORMAN PARTE DE LO LA COMUNIDAD DE CASTILLA Y LEÒN Y CON UNAS SINGULARIDADES QUE LA DIFERENCIAN DEL RESTO DE LOS ANTIGUOS REINOS DE LEÒN Y CASTILLA. NAZARIO MATOS. TIERRA DE CAMPOS es una comarca tradicional situada en el este del REINO DE LEÒN. Limita al norte con las comarcas de Las Matas y Cea, al oeste con Los Oteros, Coyanza y Los Valles, al este con Castilla y al sur con la TIERRA DEL PAN y la TIERRA DE TORO, así como con la subcomarca de la LAMPREANA (que suele dividirse entre esta comarca y la del Pan). Parte de sus municipios, concretamente CAÑIZO, CERECINOS DE CAMPOS, REVELLINOS, SAN AGUSTÌN DEL POZO, SAN MARTÌN DEL VALDERADUEY, TAPIOLES,,  y VILLÀRDIGA, forman parte del Parque Natural de las LAGUNAS DE VILLAFÀFILA.
. El Reino de León--Desde 1230 hasta hoy  Tras la muerte de Alfonso IX en 1230 el REINO DE LEÒN será heredado por sus hijas Sancha y Dulce, aunque Fernando III les comprará dicha Corona a cambio de una elevada renta anual, titulándose REY DE LEÒN, el cual unirá a su título de REY DE CASTILLA obtenido en 1217, si bien la CORONA LEONESA Y AL DE CASTELLANA seguirán teniendo instituciones y leyes diferentes. Así, los fueros leoneses se mantendrán prácticamente íntegros hasta 1348 en que el Ordenamiento de Alcalá unificará buena parte de la legislación, la cual acabará por unificarse con las LEYES DE TORO DE 1505. Por otra parte León y Castilla siguieron celebrando Cortes por separado hasta las últimas CORTES LEONESAS cebradas en 1349 precisamente por un rey leonés, el salmantino Alfonso XI. Sea como fuere con la unión en la misma persona de las dos Coronas el REINO DE LEÒN perderá poderío e importancia dejando de ser la Ruta de la Plata la vía principal en la reconquista ante el empuje del eje peninsular central, a lo cual además se unirá la condición de frontera de León con Portugal, reino con el que se estará en constante conflicto. Esto llevaría a continuos intentos de separación de las CORONAS DE LEÒN Y CASTILLA. Así, Alfonso X el Sabio dejará en su testamento separadas las dos Coronas si bien su hijo Sancho tomará por la fuerza la Corona Leonesa, rompiendo el testamento de su padre. A la muerte de éste Don Juan se proclamará Rey de León en 1296 tras la rebelión estallada en ZAMORA, BENAVENTE y VILLALPANDO en pro de la separación leonesa, gobernando oficialmente y de manera separada el Reino de León hasta 1301. Más tarde, habrá una serie de intentos más para separar las coronas de LEÒN Y CASTILLA como las de Juan el Tuerto o Alfonso Enríquez aunque serán sofocados, comprando los reyes las voluntades de la nobleza leonesa dándoles tierras y separando además el territorio asturiano del REINO DE LEÒN en 1388 creando, de este modo, el Principado de ASTURIAS, que servirá de título para el heredero del trono leonés, al igual que ocurrirá con los principados de VIANA Y GERONA para los herederos de los reinos de NAVARRA Y ARAGÒN. Posteriormente el REINO DE LEÒN pasará a ser un reino más de los integrados en dicha Corona aunque su importancia pasada seguirá notándose en la representación en las Cortes de la Corona, donde tendrán representación SALAMANCA, TORO, ZAMORA Y LEÒN, representando además SALAMANCA no sólo sus intereses sino también los de EXTREMADURA, al igual que le ocurrirá a ZAMORA con los de GALICIA Y A LEÒN con los de ASTURIAS, al no tener ninguna ciudad de dichas regiones derecho a tener representantes en las mismas. De este modo y pese a que el REINO DE LEÒN sufrirá una gran emigración hacia América, se verá en cierto modo beneficiado, al igual que el resto de España, del descubrimiento de América y las riquezas que de ella se trajeron. En este descubrimiento serían claves hombres procedentes del REINO DE LEÒN y especialmente de la ciudad de TORO, como Diego de Deza, que se cuenta fue quien convenció a Isabel la Católica para la realización del viaje a América. Del mismo modo el primer presidente del Consejo de Indias, Alonso de Fonseca, también sería oriundo de TORO, lugar de donde era el vino que se llevó la expedición encabezada por Colón. Aún así, la ciudad leonesa más beneficiada por este descubrimiento fue SALAMANCA por su carácter de centro cultural y del saber de la Corona, lo que le hará vivir un nuevo florecimiento e impulso en las carreras impartidas en su universidad que será patente actualmente en sus monumentos, con una gran cantidad de los mismos pertenecientes al llamado “Siglo de Oro”. De este modo, habrá un repunte de la producción literaria y de la cultura en general en la región leonesa, cuyo centro será SALAMANCA, donde se hará la primera gramática en lengua española por parte de Nebrija en 1492 y se ubicará, al igual que en ZAMORA, una de las primeras imprentas de España. Del mismo modo habrá un resurgimiento del uso del idioma leonés en la escuela de Salamanca, haciéndose abundante literatura en esta vieja lengua por parte de autores charros como Juan del Enzina  (natural de La Encina de San Silvestre), Lucas Fernández o Torres Villarroel, así como por otros como el berciano Enrique Gil y Carrasco, recogiendo en siglos posteriores su testigo otros autores como el cepedano Cayetano Bardón o los charros Luis Maldonado y Gabriel y Galán en el cultivo de la ya moribunda lengua leonesa. A la vez que este gran “risorgimento” cultural de Salamanca, las principales ciudades del Reino de León se levantarán contra Carlos I, participando la nobleza de las ciudades de ZAMORA, TORO, LEÒN Y SALAMANCA junto a la de otras ciudades españolas como MURCIA, PLASENCIA, TOLRDO O SEGOVIA en la Guerra de las Comunidades, dando figuras tan importantes en dicha rebelión como Francisco Maldonado o el Obispo Acuña, y oponiéndose a dicha revuelta, por otra parte, CIUDAD RODRIGO. Finalmente, el movimiento comunero fracasará tras su derrota en VILLALAR (en aquella época perteneciente al Reino de León) aunque esto no afectará al posterior auge que vivió Salamanca, que pese a ser la ciudad leonesa más afectada por el terremoto de Lisboa de 1755 verá acabadas y en pie su catedral nueva y la Plaza Mayor entre otras cosas, aunque su esplendor encabezado por el dinamismo de su universidad no será compartido por el resto de Reino de León, que se mantendrá en una decadencia absoluta en el aspecto económico y poblacional, sufriendo una despoblación cada vez más feroz que se acentuará con los continuos conflictos con PORTUGAL, la prohibición de las ferias en territorio leonés por parte de Felipe II, la expulsión por orden real de judíos y moriscos y las plagas de peste de los siglos XVI y XVII. Así, mientras las ciudades castellanas como BURGOS, CUENCA O VALLADOLID vivirán un momento económico envidiable con un aumento de comercio y población las ciudades leonesas agonizarán cada vez más, corriendo Zamora y León incluso el peligro de desaparecer en el siglo XVII (habiendo perdido cerca del 70% de su población en menos de un siglo y contando en 1665 con 2.500 y 3.000 habitantes respectivamente) lo cual se hará palpable incluso en la menos perjudicada, SALAMANCA, que pasará de 25.000 habitantes en 1594 a 12.000 en 1694... NAZARIO MATOS..