AQUELLAS MADRUGADAS DEL OTOÑO
Era una madrugada de esas de octubre, donde los corazones sufrían muchos desencantos, era una noche de raras cavilaciones, donde nadie esperaba escuchar llantos, una despedida mirando el horizonte, un hasta luego sin entonar ningún canto, una despedida agria y doliente, de aquel mundo buscando un bello canto. La ciudad esperaba sus pisadas como sueños que fueron reflejando, eran muchos lo sueños y pasadas de la gentes que vinieron de endiosadas. Entre brisas del otoño ... (ver texto completo)
Era una madrugada de esas de octubre, donde los corazones sufrían muchos desencantos, era una noche de raras cavilaciones, donde nadie esperaba escuchar llantos, una despedida mirando el horizonte, un hasta luego sin entonar ningún canto, una despedida agria y doliente, de aquel mundo buscando un bello canto. La ciudad esperaba sus pisadas como sueños que fueron reflejando, eran muchos lo sueños y pasadas de la gentes que vinieron de endiosadas. Entre brisas del otoño ... (ver texto completo)