Tenía yo siete u ocho años, podía ser año 1.956.
Aquel día mi padre Félix, en San Román Feliche, quiso que le acompañara en lo que para mí era viaje de turismo.
Salimos de nuestra residencia la casilla del canal con el carro de vacas, arrastrado por la Rubia y la Garbosa, por el camino ancho dirección a Castronuño. Nada más bajar la cuesta del puente del canal mi padre dijo: Vete y coge aquella sandía, apuntando hacia un melonar que teníamos a medias con Severo Antonio, me dirigí hacia la sandía ... (ver texto completo)
Aquel día mi padre Félix, en San Román Feliche, quiso que le acompañara en lo que para mí era viaje de turismo.
Salimos de nuestra residencia la casilla del canal con el carro de vacas, arrastrado por la Rubia y la Garbosa, por el camino ancho dirección a Castronuño. Nada más bajar la cuesta del puente del canal mi padre dijo: Vete y coge aquella sandía, apuntando hacia un melonar que teníamos a medias con Severo Antonio, me dirigí hacia la sandía ... (ver texto completo)