Cuando al capital se le permite tomar las riendas de un país, el país queda desgobernado, o mejor dicho, no existe la resistencia lógica y razón social necesaria que debe salir de la resultante de la pugna que debe haber entre el capital y el trabajo.
Dicho de otra manera, el Trabajo queda sometido al Capital.
Esto es, ni más ni menos, lo que ocurre en esta
España, desde hace más de una decena de años, independientemente del
color de los gobernantes.
Sirva como ejemplo analizar la labor del
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