Gracias, Félix, por tocar temas variados. Pues sí, comparto el criterio de ese articulista que desconozco quién es. Miguel Delibes, para mí, es merecedor del Nobel. Pero no creo mucho en los premios, y menos en una institución que le da el de la Paz a tipos como Kissinger, Arafat, Simón Peres...
Miguel Delibes, si se moviera entre bastidores como otros, se diese autobombo y desarrollase una campaña de mercadeo y, en definitiva, tuviese otra personalidad, es probable que consiguiese el Nobel. Pero este admirado castellano creo que no se preocupa por estas cuestiones.
El mejor premio nos lo ha hecho él a los que hemos leído toda su obra.
Gracias, Don Miguel.
Miguel Delibes, si se moviera entre bastidores como otros, se diese autobombo y desarrollase una campaña de mercadeo y, en definitiva, tuviese otra personalidad, es probable que consiguiese el Nobel. Pero este admirado castellano creo que no se preocupa por estas cuestiones.
El mejor premio nos lo ha hecho él a los que hemos leído toda su obra.
Gracias, Don Miguel.
Miguel Delibes se nos va, lo está haciendo mientras tecleo estas líneas; quizás nos haya abandonado ya para siempre. Porque un cierto abandono y vacío vamos a sentir los que valoramos su obra y su trayectoria humana. Se nos va un gran escritor, una gran persona, un castellano de pro, un humanista.
Ahora lloverán las reseñas bibliográficas, las necrológicas, los homenajes póstumos, la reedición de sus obras. Lo de siempre.
Pero aquí nos quedarán sus libros, su Daniel, el Mochuelo o Germán, el Tiñoso, o el Nini y su perra Fa, o el Señor Cayo, o...
Gracias, Don Miguel.
Hasta siempre.
Ahora lloverán las reseñas bibliográficas, las necrológicas, los homenajes póstumos, la reedición de sus obras. Lo de siempre.
Pero aquí nos quedarán sus libros, su Daniel, el Mochuelo o Germán, el Tiñoso, o el Nini y su perra Fa, o el Señor Cayo, o...
Gracias, Don Miguel.
Hasta siempre.
Me lo temía, como no podía ser de otra forma. Ya verás cómo ahora, una vez muerto Miguel Delibes, me dije en el día de su muerte, van a venir los políticos de turno a apropiarse de su memoria. Y no me refiero a los más o menos sinceros homenajes y actos oficiales, no, sino que han de salir con que Miguel Delibes era mi escritor favorito, Miguel Delibes tal y cual. ¡Premio al quince, Manuel!
Al igual que sucediera con Federico García Lorca, con su clan de admiradores de boquilla en la derecha mas sectaria, todos lorquianos y el primero Aznar, ahora se nos descuelga la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, con la perla de que Delibes era uno de los "autores de referencia, de cabecera" de José Luis Rodríguez Zapatero, “mucho más tratándose de un castellano-leonés (1). Tiene la misma comunidad autónoma de origen del presidente”, y como tampoco podía ser de otra forma ha resaltado la "importancia" que tiene el escritor en "todos los ministros", quienes "antes de ministros han sido lectores". Con un par. ¿A qué venía esto, señora? Utilizando precisamente a Miguel Delibes quien ha sido a lo largo de su vida un escritor y periodista independiente, un hombre íntegro que no ha tocado en ninguna banda.
Señora ministra de Cultura, parodiando a Narcís de Carreras: Senyora…no fotem!
(1) Por cierto, se podrá castellano o leonés, pero eso de castellano-leonés... no lo entiendo, sinceramente.
Al igual que sucediera con Federico García Lorca, con su clan de admiradores de boquilla en la derecha mas sectaria, todos lorquianos y el primero Aznar, ahora se nos descuelga la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, con la perla de que Delibes era uno de los "autores de referencia, de cabecera" de José Luis Rodríguez Zapatero, “mucho más tratándose de un castellano-leonés (1). Tiene la misma comunidad autónoma de origen del presidente”, y como tampoco podía ser de otra forma ha resaltado la "importancia" que tiene el escritor en "todos los ministros", quienes "antes de ministros han sido lectores". Con un par. ¿A qué venía esto, señora? Utilizando precisamente a Miguel Delibes quien ha sido a lo largo de su vida un escritor y periodista independiente, un hombre íntegro que no ha tocado en ninguna banda.
Señora ministra de Cultura, parodiando a Narcís de Carreras: Senyora…no fotem!
(1) Por cierto, se podrá castellano o leonés, pero eso de castellano-leonés... no lo entiendo, sinceramente.
La anécdota con que terminaba mi anterior mensaje se produjo el 11 de julio de 1968 en el palco del Bernabéu una vez terminada la final de Copa disputada en el feudo madridista ante el Real Madrid, y que pese a ser uno un pipiolo recuerdo con bastante precisión. Aquella final pasó a la historia con el apelativo popular de “la final de las botellas”.
El ambiente con el que se llegó en la final ya estaba bastante caldeado, puesto que aunque en las semifinales el Barça había eliminado de una manera limpia al Atlético de Madrid, los medios de comunicación madrileños hicieron circular la trama que el árbitro Rigo había favorecido descaradamente a los azulgranas, cosa que era falsa del todo.
Y Rigo, precisamente, fue designado para dirigir la final de Copa, en un escenario tan poco neutral como era el estadio Santiago Bernabéu.
El ambiente en las gradas era bastante tenso, con unos aficionados madridistas –que, evidentemente, eran la inmensa mayoría de los congregados- dispuestos a no perdonar ninguna decisión de Rigo. El Madrid, muy nervioso, quizás contagiado por su público, se autoeliminó con un gol de Zunzunegui en propia puerta, a poco de comenzar el encuentro.
A partir de ese momento, los aficionados madridistas se dedicaron a protestar sistemáticamente todas las decisiones de Rigo, y a pedir penalti en todas las acciones dudosas ocurridas en el área azulgrana.
Pero los incidentes más graves sucedieron cuando, faltando pocos minutos para el final del partido, algunos espectadores tiraron botellas de vidrio, muchas de las cuales habían sido rotas previamente, contra los jugadores barcelonistas. Pese a todo, el Barça pudo alcanzar un triunfo heroico, conseguido en unas circunstancias tremendamente adversas.
" ¡Señora…no fastidie!” (“Senyora…no fotem!”)
Al final del partido se produjo una curiosa anécdota, protagonizada por el presidente barcelonista Narcís de Carreras y contada por él mismo: “Una vez Franco se fue del palco, la mujer de Camilo Alonso Vega, entonces ministro de Gobernación, se dirigió a Bernabéu y le dijo: ‘Santiago, hemos perdido. ¡Qué desgracia!’, y su marido, viendo que yo lo había escuchado, le respondió: ‘Felicita al presidente del Barcelona’. Ella, turbada, me dijo: ‘ ¡Ah! está claro, está claro... le felicito porque... Barcelona también es España, no?’ Yo le respondí (flojito): ‘Senyora... no fotem’”.
El ambiente con el que se llegó en la final ya estaba bastante caldeado, puesto que aunque en las semifinales el Barça había eliminado de una manera limpia al Atlético de Madrid, los medios de comunicación madrileños hicieron circular la trama que el árbitro Rigo había favorecido descaradamente a los azulgranas, cosa que era falsa del todo.
Y Rigo, precisamente, fue designado para dirigir la final de Copa, en un escenario tan poco neutral como era el estadio Santiago Bernabéu.
El ambiente en las gradas era bastante tenso, con unos aficionados madridistas –que, evidentemente, eran la inmensa mayoría de los congregados- dispuestos a no perdonar ninguna decisión de Rigo. El Madrid, muy nervioso, quizás contagiado por su público, se autoeliminó con un gol de Zunzunegui en propia puerta, a poco de comenzar el encuentro.
A partir de ese momento, los aficionados madridistas se dedicaron a protestar sistemáticamente todas las decisiones de Rigo, y a pedir penalti en todas las acciones dudosas ocurridas en el área azulgrana.
Pero los incidentes más graves sucedieron cuando, faltando pocos minutos para el final del partido, algunos espectadores tiraron botellas de vidrio, muchas de las cuales habían sido rotas previamente, contra los jugadores barcelonistas. Pese a todo, el Barça pudo alcanzar un triunfo heroico, conseguido en unas circunstancias tremendamente adversas.
" ¡Señora…no fastidie!” (“Senyora…no fotem!”)
Al final del partido se produjo una curiosa anécdota, protagonizada por el presidente barcelonista Narcís de Carreras y contada por él mismo: “Una vez Franco se fue del palco, la mujer de Camilo Alonso Vega, entonces ministro de Gobernación, se dirigió a Bernabéu y le dijo: ‘Santiago, hemos perdido. ¡Qué desgracia!’, y su marido, viendo que yo lo había escuchado, le respondió: ‘Felicita al presidente del Barcelona’. Ella, turbada, me dijo: ‘ ¡Ah! está claro, está claro... le felicito porque... Barcelona también es España, no?’ Yo le respondí (flojito): ‘Senyora... no fotem’”.
Un buen amigo me manda un correo matizando el "senyora... no fotem" que uno tradujo por no fastidie y que en catalán, que también puede ser castizo como el castellano, significa literal, "no jodamos". Claro que lo sabía, J. B., nos ha jodido mayo con la nevada. Que aquí, la verdad, no estudiamos en las ursulinas.
(Mi amigo Jesús, que bien conoce Félix, solía decir que un taco bien echado refuerza la frase. Un casta, el tío.)
(Mi amigo Jesús, que bien conoce Félix, solía decir que un taco bien echado refuerza la frase. Un casta, el tío.)