No hace mucho volví a comer en Segovia con unas compañeras de trabajo, porque la cercanía de Madrid permite hacerlo algunas veces entre semana y, la verdad, merece la pena hacer unos cuantos kilómetros. No digo el restaurante de la calle Cervantes, por no hacer publicidad, pero, bendita Segovia. Su rica gastronomía, sus monumentos, su gente...