¡DON MENDO...!: ¡QUE ME MONDO!.
Así gritó un "chusco" en su día en un teatro de Madrid dirigiéndose al protagonista y a la vez al respetable, mientras escuchaba la obra trágico-cómica de "La Venganza de Don Mendo, ante la ya inmediata llegada de emociones a la entrada en escena de la misma.
En su día, también a mí me conmocionó el texto de este simpático e impúdico manifiesto de Don Soso. Y lo del "ánimus inyuriando", aún más. Transcurrido ya con creces el año de espera dependiente del resultado ... (ver texto completo)
Así gritó un "chusco" en su día en un teatro de Madrid dirigiéndose al protagonista y a la vez al respetable, mientras escuchaba la obra trágico-cómica de "La Venganza de Don Mendo, ante la ya inmediata llegada de emociones a la entrada en escena de la misma.
En su día, también a mí me conmocionó el texto de este simpático e impúdico manifiesto de Don Soso. Y lo del "ánimus inyuriando", aún más. Transcurrido ya con creces el año de espera dependiente del resultado ... (ver texto completo)