ICAL La Asociación Salamanca Memoria y Justicia denunció este jueves que se ha arrancado la lápida de la tumba del dirigente de UGT Santiago Martín Romero, que fue asesinado en el año 1936 por un grupo de falangistas. Fue la propia familia la que descubrió los hechos, ocurridos en el cementerio de Peñacaballera. En la pieza figuraba el nombre y cómo murió. Los hechos se han denunciado ante la Guardia Civil.
Santiago Martín era vecino de Sotoserrano, dirigente de la Casa del Pueblo y fue detenido
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Hola Juan Antonio. Pienso que más que mentalidad antidemocrática quizá lo que hay es "mala conciencia". Es muy posible que los que participaran en los hechos ya no vivan, pero siempre hay alguien que recuerda, que le contaron... y queda eso, conciencia de que algo se hizo mal y mientras no se pida perdón o se reconozca el daño hecho la mala conciencia persiste. La ley de Memoria Histórica se entendió, pienso, mal y muchos creyeron que se buscaba revancha, por mi parte pienso que enterrar dignamente a los muertos que aún siguen en las cunetas, reconocer por parte de ese sector de la derecha que se niega a hacerlo que el régimen franquista fue una dictadura brutal y que es necesario que no se repitan situaciones similares sería esencial. Todos los países europeos han tenido situaciones similares a lo largo del siglo XX, con golpes de estado, con guerras civiles o casi, con dictaduras, con la guerra mundial, con regímenes dictatoriales de izquierda o derecha. Los que han hecho un cierto reconocimiento de lo sucedido y pedido perdón a los damnificados han logrado avanzar dejando a los jóvenes una sociedad algo más "despejada", aquí hasta hace muy poco se seguía sin estudiar en las escuelas el periodo de la guerra civil y por supuesto nada de hablar de dictadura, incluso ahora mismo la Real Academia dela Historia acaba de reconocer la dictadura de Franco como régimen totalitario, hace unas semanas! Si en los pueblos se pusieran lápidas con las listas de los muertos durante ese periodo igual las nuevas generaciones conocerían mejor nuestro pasado. Los muertos de las fosas siguen apuntando a que algo está mal en nuestra sociedad, nos afligen los muertos de Argentina, nos horroriza el genocidio de Camboya, nos asusta la situación de oriente medio y no nos atrevemos a desenterrar unos cadáveres y darle s un reconocimiento a sus familias. Caridad cristiana. Así de sencillo.
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