Sólo puedo decir que se siente la llamada de la tierra cuando entras en el
pueblo. Sus antiguos habitantes tubieron que emigrar para ganarse la vida, y hoy en día muchos jubilados pasean gustosos por sus mínimas
calles.
Creo que ser Maragato es un sentimiento. Puedes disfrutar de auténticos
paseos tranquilos, con el único sonido del piar de los pájaros. Os animo a todos los amantes de la
naturaleza a que os deis un buen
paseo y disfruteis de la amabilidad de sus gentes. Tenéis dos algerbes para
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