NISTAL

Habitantes: 269  Altitud: 819 m. 
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Situación:

Carreteras, LE-6426, LE-6453, LE-6454.

Ayuntamiento:

La pedanía de Nistal pertenece al municipio de San Justo de la Vega.

Monumentos:

Iglesia de San Esteban.

Fiestas:

26 de Diciembre, San Esteban, Patrón.

Las fiestas más importantes se disfrutan en verano, concretamente el fin de semana que se encuentre entre el 7 y el 14 de Julio.
Los Mayos
La Festividad de los Mayos, también conocida como Los Mayos simplemente o como Festa dos Maios, es una fiesta popular de orígenes ancestrales.
Esta celebración primaveral generalmente se hacía coincidir con el primer domingo de dicho mes y tenía antiguamente connotaciones rituales totémicas a la divinidad primaveral o de los árboles que se han ido perdiendo con el paso de los tiempos.
La celebración de las fiestas mayales es común en muchos países de Europa donde existen variantes similares de la misma festividad
Orígenes
Los orígenes de esta fiesta se remontan a las antiguas civilizaciones de los fenicios y a los griegos que manifestaban su adoración a sus dioses y lo que estos significaban en fiestas conmemorativas de exaltación de acontecimientos que para aquellos hombres tenían trascendencia, tales como los cambios de estaciones. La fiesta mayumea fenicia exaltaba la primavera. Esas costumbres fueron asimiladas por nuevas civilizaciones prerromanas, como la celta. La festividad celta de Beltane marcaba el comienzo de la temporada de verano pastoral cuando las manadas de ganado se llevaban hacia los pastos de verano y a las tierras de pasto de las montañas. De ahí la adoración de los fenómenos terrenales: tierra, mar y aire. Una de las principales actividades de la festividad consistía en encender hogueras en las montañas y colinas con rituales y significados políticos.
Esta tradición fue asimilada por los romanos en su adoración y culto a multitud de dioses. También asimilaron esta tradición mayumea en honor de la llegada de la primavera y de las primeras flores del año, el día que corresponde con el actual primer día de mayo. Todo poblado romano tenía además de los dioses oficiales los propios autóctonos. En Hispania se adoraba a la diosa Bona Dea también llamada Maya, Maia o Fauna diosa de la fertilidad en la mitología romana con la que se celebraba la llegada de la primavera. Seguramente esta tradición sufrió variaciones con la llegada de la civilización árabe a los campos de Castilla, como la manifestación en cantos o rondas a la persona amada. El Cristianismo ha asimilado multitud de fiestas paganas que se profesaban con anterioridad a su implantación en fiestas religiosas y esta es un claro ejemplo de ello: la mayoría de dichas fiestas paganas pasaron a ser fiestas en honor a la Virgen María.
Así es como la fiesta de la llegada de la primavera y adoración a la Tierra, pasaría a ser una fiesta de adoración a la diosa Maya en tiempo romano y posteriormente fue modificada.

Castilla y León
En Castilla y León, los cantos especialmente dedicados a esta celebración, en principio dedicados a la Virgen María, sirvieron luego para rondar a las mozas casaderas, a las autoridades y a los funcionarios recién llegados al lugar. Una orquestilla solía acompañar a estos rondadores. Son habituales las canciones populares, generalmente entonadas en grupo, pudiendo igualmente aprovecharse para rondar a las jóvenes de la localidad. En algunos lugares se acompañan los cantos con bailes tradicionales o letrillas que reflejan la actualidad.
La moza rondada o "maya", quedaba obligada a invitar al mozo a una buena merienda. A los componentes de la orquestilla se les obsequiaba con una garnacha, puesta a refrescar en el aljibe.
También se celebra en algunos lugares de Castilla con cucañas y con cruces adornadas de flores (Cruces de mayo) en muchas poblaciones. También puede ser un palo muy alto, a veces incluso se trasplanta un árbol alto (a veces frente a la iglesia). En el caso de las cucañas solía ser de chopo (ofrece un largo tronco) al que se le quitaba la corteza, se solía colocar en la cima un "trofeo" para que se pudiera lograr gateando a través de él.
La acción de poner el palo o árbol se denomina "colgar los mayos" o "plantar el mayo", incluso "pingar el mayo" (Navares de las Cuevas (Segovia) y lo suelen realizar los más jóvenes del pueblo.

Los Pendones
Los Pendones leoneses

Elementos señeros de la identidad de la
Región Leonesa, tan sólo pueden contemplarse,
habitualmente, en la actual provincia de León, con
algunas muestras próximas conservadas en tierras
que mantienen rasgos de la historia y cultura de
esta Región: Zamora, noroeste de Palencia, la
Liébana de Cantabria,…

Nuestros pendones son grandes enseñas,
integradas por una “vara” (mástil) que alcanza
entre 7 y 13 metros, la tela, que acostumbra a ser
de seda adamascada en franjas de número impar
que combinan colores entre los cuales los más
habituales son el rojo (color real leonés) y el verde
(identificado con el Islam y por ello con las
victorias habidas frente a él), y también el blanco y
el azul en pendones más vinculados con
devociones marianas.
El peso del conjunto oscila entre los 15 y
los 35 kg. Para ayudar a su desplazamiento se
dispone de los “remos”, cordones que se fijan a lo
más alto de la vara y que pueden llevar uno o dos
“remeros”. El manejo del pendón exige tanto fuerza
como pericia, sumándose a ello la voluntad que
ponen sus portadores de realizar especiales
demostraciones.
Su carácter, pues, es en origen civil,
identitario de las comunidades, pero, con el
transcurso de los tiempos, pasaron a integrarse en
celebraciones religiosas (romerías, rogativas,…),
por lo que se entendió de alguna manera que
integraban más a la “parroquia” que al “concejo”.
No obstante, algunas muestras de cultura y saber
popular señalan su carácter original:
“Las Campanas y el Pendón, del Pueblo son”.
En esa adaptación a ceremoniales
religiosos se produjo una cierta rivalidad: se
discutía quién había de presidir las procesiones, si
el pendón del pueblo o la cruz de la parroquia. De
alguna manera este “conflicto” se resolvió
incorporando una cruz en el vértice de la vara de
muchos pendones, aunque algunos aún portan
adornos vegetales que recuerdan el ya referido
origen céltico.
Su presencia más destacada tiene lugar, en
nuestros días, en celebraciones de religiosidad
popular como las que rodean las fiestas y traslados
de la Patrona de la Región Leonesa, La Virgen del
Camino, y otras devociones de comarcas como
Maragatería, Valduerna, Montaña oriental (La
Velilla, Corona,…), Páramo, Sobarriba, …y,
especialmente, en las que han dado carácter a las
fiestas de mayor interés que la capital, León, acoge,
como las de San Froilán a inicios de octubre.
Con un origen histórico en las enseñas
medievales que agrupaban a las gentes de los
lugares y concejos de pueblos en las luchas de la
Reconquista cristiana y la formación y defensa del
Viejo Reino de León, existe también la convicción
de que rememoran antiguos “mayos” celtas
(“totems” con motivos vegetales que este Pueblo
del Norte mantiene aún en nuestros día ligados a
celebraciones de carácter festivo y religioso).
Con cierto abandono en algún tiempo, hoy
los pendones están recibiendo un destacado interés
por su recuperación y difusión. De los cerca de
1300 que se estimó llegó a haber en territorio
provincial hoy concurren a actos como los de San
Froilán entorno a 120 (en su mayoría de las
comarcas más próximas a la ciudad), pero, se
estima que contamos con más de 300 en buen
estado y un gran número en proceso de
restauración o renovación.
La labor de catalogación, iniciada hace
años por el Instituto Leonés de Cultura, con la
participación de estudiosos y especialistas de la
cultura tradicional, es uno de los objetivos que se
ha marcado la Asociación de Pendones del Reino
de León, nacida a la luz de estos magníficos
símbolos y heraldos de nuestro Pueblo

Historia:

Historia
Antiguamente estaba situado hacía la parte norte, lo que hoy son los "pedregales", y su nombre era Genistal que significa "campo de genistas" (piornos), según confirman los restos de antiguas construcciones encontradas hace algunos años. Su historia está ligada a la ciudad de Astorga, al igual que San Román y San Justo, ya que formaba parte del llamado alfoz de Astorga.

Las tierras de Nistal están bañadas por el río Tuerto, que nace en Villarmeriel y tras cruzar de norte a sur toda la Cepeda y La Vega, desemboca en el Órbigo, en La Bañeza.

El puente de Valimbre, sobre el río Turienzo, a escasos km del pueblo, constituye uno de los restos romanos más importantes de la Ruta de la Plata en la provincia de León.

La cercanía de Nistal con Astorga hace pensar que durante la época romana la Vega del Tuerto estuvo explotada por asturicenses, aunque es probable que esta zona no estuviera poblada. Una vez caído el Imperio Romano, la dispersión de los habitantes de las ciudades facilitaría el establecimiento de los primeros pobladores de Nistal a partir de los siglos V y VI como aldea de agricultores que cultivaban los ricos campos de la Vega.

Turismo:

Recientemente se ha inaugurado en el pueblo una posada como establecimiento de turismo rural llamado Viejo Molino Cela. Se trata de un antiguo molino del siglo XVIII restaurado y acomodado a las necesidades actuales sin perder el encanto de antaño y con muchísimo gusto y acierto. Es un sitio maravilloso, tranquilo, relajante y a fin de cuentas muy, muy especial.
La dueña de ”este paraíso” es una mujer encantadora y muy atenta.