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Parece que los últimos años de su vida, Chindasvinto, los ocupó en actos de piedad y beneficencia. Fundó el monasterio de San Román de la Hornija, en San Román de Hornija, (Valladolid), para que a su muerte, a los 90 años, reposasen sus restos en un sepulcro junto a los de su esposa Riciberga, con la que tuvo tres hijos y una hija. Su epitafio, escrito por Eugenio de Toledo, le define como «impío, injusto e inmoral».
Me gustaria escribir como tú escribes. Saludos
Sí, Chindasvinto no fue precisamente un dechado de virtudes (ya comenzó usurpando el trono a su predecesor). ¿Pero qué rey de por aquellas calendas podría tirar la primera piedra contra él? ¡Hombre, había algún santo, como Fernando, y algún sabio, como Alfonso (bastante posteriores), pero me parecía más sonoro Chindasvinto y tenía la ventaja de acercarse más a mi verdadero nombre, auténticamente visigodo. Por lo demás, respeto mucho a los reyes y reinas de mi tierra; soy forofo y además un humilde ... (ver texto completo)
Parece que los últimos años de su vida, Chindasvinto, los ocupó en actos de piedad y beneficencia. Fundó el monasterio de San Román de la Hornija, en San Román de Hornija, (Valladolid), para que a su muerte, a los 90 años, reposasen sus restos en un sepulcro junto a los de su esposa Riciberga, con la que tuvo tres hijos y una hija. Su epitafio, escrito por Eugenio de Toledo, le define como «impío, injusto e inmoral».
Me gustaria escribir como tú escribes. Saludos
En un lugar de Castilla, de cuyo nombre no quisiera olvidarme nunca, y si lo hiciere a nadie culparé por escribir en mi tumba la palabra "ingrato", vivió hace ya muchos años, y a sólo dos leguas de Villadiego, un rapazuelo que llegó a identificarse de tal forma con la tierra que pisaba, que sus raíces profundas, al verse violentamente desarraigadas de ella, quedaron de tal forma heridas que pasaron el resto de sus días suspirando por aquello que no se pudo desarriagar.
Eran los tiempos en que con el bieldo se beldaba la trilla y con la bielda se atropaba la paja; los tiempos en que la parva, una vez acabada la faena de la trilla, se amontonaba en el centro con la camizadera, es decir, los tiempos en que cuando a mi abuela le preguntaban por la salud de la tía Petra, su vecina y familiar lejana, respondía con aquel lacónico: pues está en un ser, lo mismo que respondiera santa Teresa de Jesús cuatrocientos años antes cuando, en las mismas circunstancias, le preguntaban por la salud de una monja de su convento; o al igual que el célebre Padre Mariana, doscientos cincuenta años antes, que para mostrar lo vano o carente de sentido de algo, decía: eso es tan inútil como llamar con una vedija a la puerta de un sordo, palabra que en mi aldea no sólo era de curso legal, sino que no había otra para nombrar ese mechón de lana que las ovejas dejan en las zarzas y los espinos, o esos pequeños trocitos que quedan después de varear un colchón de lana.
Y eso mismo ocurría con tantas y tantas otras palabras, giros y expresiones del lenguaje que, por falta de contacto, lo que entonces era la curcusilla, cien años antes había sido también la curcusilla, y otros cien antes también. El peligro que corría cada una de esas palabras era el de quedar viciada, quizá por un deseo inconfesado de cambio o por un rigor casi inexistente en el lenguaje, de tal forma que lo que aquí era la curcusilla, en el pueblo de dos leguas más allá podía ser la corcusilla y otras dos más allá la corcosilla.
Yo vi ese mundo con los ojos de un rapazuelo de ocho a diez años y me considero uno de los últimos exponentes de aquel vocabulario campesino de la Castilla profunda que comenzaba ya en mi tiempo a abrirse paso hacia el exterior, para quedar pronto relegado al olvido, obligado por los profundos cambios que se avecinaban. Por eso quisiera romper una lanza a favor de aquel vetusto lenguaje que tan grabado quedó en mí a esa edad tan temprana. Quizá no lo consiga porque, como decían los romanos, "tempus edax omnium rerum", sí, el tiempo todo lo devora, pero al menos me quedará la satisfacción de haberlo intentado.
Algunas de esas vivencias ya pueden verse en las líneas precedentes de este foro; reconozco que debería haber empezado por esta especie de introducción; pero como esas vivencias son tantas y las llevo tan grabadas en mi memoria, iré exponiéndolas poco a poco a la espera de que alguien que se dé por aludido al verse reflejado en ellas me recuerde alguna que se haya podido escapar por sábete qué rendija de ese baúl de los recurdos que todos llevamos encima. Chindasvinto ... (ver texto completo)
que pagina me puede mostrar informacion sobre aldeas o pueblos del paramo que con el tiempo han desaparecido? ya sea de castilla leon o de otras provincias que tengan "paramo" GRACIAS
A mi juicio si estas mencionando pueblos de principios del siglo diecinueve, casi tan cercanos, es muy probable que no hayan desaparecido de todo, al menos en los mapas provinciales aparecerán aunque sea como pedáneos, si son de castilla león prueba en VISOR SIGPAC o en esta página.. lo que pasa es que es muy probable que lo de "paramo" sea sólamente el "apellido" del pueblo. que empiecen por páramo sólo recuerdo en Burgos "Páramo del arroyo"... tambien puedes buscar en el diccionario Madoz. A mi ... (ver texto completo)
Consuelo; recuerdo a Agripina, estará ya muy mayor, pues de estas historias hace mas de cincuenta años, también recuerdo a un hombre al que le caía bien, tenía dos hijas de similar edad que la mía, y estaba empeñado en hacerme, guardia civil, lo tenía chupado pues el tenía un familiar que era capitán en la academia. Con su potente voz, me decía. "Menudo guardia cibilón vas a salir" yo me reia.
Acabo de visitar el pueblo que me da la impresión de que no está tan"semiabandonado" que han reconstruido algunas casas derruidas, el exterior de la iglesia está fenomenal, la fuente y su pilón nuevos la plaza preciosa y lo mas importante: unos jóvenes preparando las fiestas y las cosas comunes del pueblo con mucha ilusión.... me alegro mucho... ehorabuena.
Hola, Emiliano, me siento muy honrado al saber que las vivencias de mi infancia te han llevado hasta aquel rinconcito del mundo donde vi la luz por primera vez (hace ya muchos, muchos años). Si hablaste con alguien de los pocos que viven habitualmente en la aldea, seguro que hablaste con Milagros, mujer risueña, vivaracha y dicharachera, la amiga preferida de mi infancia.
O sea, que viste las ruinas del horno de mi abuela ennegracidas por el humo de tantas hornadas; viste el colmenar de la huerta ... (ver texto completo)
No recuerdo los nombres de las personas con las que traté, soy un desastre para los nombres, pero eran muy simpáticos todos; una señora había vivido en Montorio cuarentaitantos años antes... pero al día siguiente de tu mensaje, el nueve sábado, nos juntamos en Quintanilla Pedro Abarca 81 primos y tios de la familia de mi padre, ya falllecido, algunos ni los conocía o a sus parejas, en la ermita de la Virgen del Robledillo cercana a tu pueblo, que mi tio que es cura y nos dijo la misa die que es" ... (ver texto completo)
me alucina leer esos mensajes tan precisos de aquellos tiempos, que prosa tan maravillsa y sentida, son tus mensajes aunque largos breves por amenos... yo recuerdo nuchas vivencias dentro de mi con mucho cariño pero no sé expresarlas con esa maestría... eran tiempos pobres materialmente pero aquel cariño y unión los hacían divinos. He ido un dia de estos pasados par tu pueblo atrtaido por tus comentarios y lo pasé muy bién comentando vivencias con los pocos vecinos que quedan... Ahora me voy con ... (ver texto completo)
Hola, Emiliano, me siento muy honrado al saber que las vivencias de mi infancia te han llevado hasta aquel rinconcito del mundo donde vi la luz por primera vez (hace ya muchos, muchos años). Si hablaste con alguien de los pocos que viven habitualmente en la aldea, seguro que hablaste con Milagros, mujer risueña, vivaracha y dicharachera, la amiga preferida de mi infancia.
O sea, que viste las ruinas del horno de mi abuela ennegracidas por el humo de tantas hornadas; viste el colmenar de la huerta ... (ver texto completo)
Ahora sí, ahora ya estaba preparado para abandonarme de lleno a mi objetivo, ahora vendrían los días de auténtico páramo, allá, por los alrededores de mi aldea. Bien conocida es de todos mis allegados mi aficción a caminar por esas alturas donde la vista se pierde en el horizonte y donde se puede decir sin ninguna sombra de duda: ancha es Castilla. Bien conocida es mi afición a perderme por esos caminos que no van a ninguna parte, caminos bien definidos unos y apenas esbozados en la hierba otros, ... (ver texto completo)
me alucina leer esos mensajes tan precisos de aquellos tiempos, que prosa tan maravillsa y sentida, son tus mensajes aunque largos breves por amenos... yo recuerdo nuchas vivencias dentro de mi con mucho cariño pero no sé expresarlas con esa maestría... eran tiempos pobres materialmente pero aquel cariño y unión los hacían divinos. He ido un dia de estos pasados par tu pueblo atrtaido por tus comentarios y lo pasé muy bién comentando vivencias con los pocos vecinos que quedan... Ahora me voy con ... (ver texto completo)
Aún lo recuerdo como si hubiera sucedido ayer. Yo, con seis o siete años, vivía en Bustillo del Páramo con mis abuelos maternos. Éstos me enviaban a la cama como se enviaba entonces a los niños: apenas se había puesto el sol tras la cuesta que separa Bustillo de Hormazuela. Hasta aquella habitación donde yo pasaba mis miedos a la soledad, al silencio y a la oscuridad hasta que caía vencido por el sueño, llegaba con frecuencia el amable tañido de la campana de la ermita: la ermita de Barrio Solano. ... (ver texto completo)
El nombre de Victorino me suena pero no se precisar, han pasado muchos años, mas de cincuenta, tampoco recordaba el nombre de Agripina, si el de Maurilio, creo recordar que tenían una hija y un hijo, tambíen recuerdo el nombre de Angel pero no el de su mujer. Consuelo, si eres del 44 o alrededores tal vez hayamos jugado a las cartas, en alguna glorieta, donde chicos y chicas se reunían las tardes de los Domingos frios.
no son fotos de aperos pero antiguas si son que aunque tienen casi tres siglos aún se puede apreciar en sus piedras los golpes duros de la piqueta y las hermosas obras que surgieron del cincel a los mágicos conjuros
hola me lamo jesus y hace mucho años estube en este pueblo con sus gentes y tengo muy buenos recuerdos de sus vecinos de aquellos tiempos yo soy hermano de Miguel un guarda del coto y pasaba muchos veranos con el y ibamos mucho al valle que dice Francisco creo que se llamaba Sanguate o algo parecido han pasado mucho años y Consuelo puedes ser por casualidad hija de Rogelio qui vivia en la plaza al lado de el teleclub (hogar juvenil) ibamos a ver la television mis sobrinos y yo.
Dirección Las Hormazas, la carretera tenía dos empinadas curvas, hacía lustros que no veía el asfalto, el agua había formado surcos, ya en el páramo un camino a la izquierda, conducía a un pequeño valle, un claro arroyo lo drenaba, sus aguas no eran potables por el exceso de cal, el terreno era profundo y suave, se sembraban patatas
Hola Francisco, yo soy hija de Victorino, no se si te acordarás de él, mis padres ya no viven como unos cuantos mas, Agripina si está y es su hijo Gonzalo quien sigue trabajando las tierras, como el resto de chavales, aunque con todos los medios modernos de hoy en día. Yo he estado este fin de semana, que era la romeria de la Virgen de la Cuadra y está el campo precioso, todo verde.
lo que hace grande a una VILLA son sus gentes
y estas da igual que esten en ella o en la
chimbamba (palabro usado por mi madre)
un saludo.....