BUSTILLO DEL PARAMO: Sí, Chindasvinto no fue precisamente un dechado de...

Parece que los últimos años de su vida, Chindasvinto, los ocupó en actos de piedad y beneficencia. Fundó el monasterio de San Román de la Hornija, en San Román de Hornija, (Valladolid), para que a su muerte, a los 90 años, reposasen sus restos en un sepulcro junto a los de su esposa Riciberga, con la que tuvo tres hijos y una hija. Su epitafio, escrito por Eugenio de Toledo, le define como «impío, injusto e inmoral».
Me gustaria escribir como tú escribes. Saludos

Sí, Chindasvinto no fue precisamente un dechado de virtudes (ya comenzó usurpando el trono a su predecesor). ¿Pero qué rey de por aquellas calendas podría tirar la primera piedra contra él? ¡Hombre, había algún santo, como Fernando, y algún sabio, como Alfonso (bastante posteriores), pero me parecía más sonoro Chindasvinto y tenía la ventaja de acercarse más a mi verdadero nombre, auténticamente visigodo. Por lo demás, respeto mucho a los reyes y reinas de mi tierra; soy forofo y además un humilde émulo de aquella reina a quien el destino dio un corazón enamorado. Murió loca, sí, pero fue una locura de amor.
En cuanto a lo de escribir... no te quepa la menor duda de que puedes hacerlo si te lo propones. Decía Camilo José Cela que para escribir bien, lo primero que se necesita es tener algo que decir. Si tienes algo en el corazón, déjalo que salga de él a través de la pluma (hoy a través del teclado del ordenador) y pásalo al papel. Y puestos ya en plan didáctico, te aconsejo lo que decían los antiguos: "nulla dies sine linea", es decir, que no pase un solo día sin escribir algo. Cordialmente, Chindasvinto