Durante el primer tercio del S. XII se comienza, siguendo el modelo de
San Isidoro de
León y Santiago de Compostela, la construcción de la cripta y de los
ábsides de la
iglesia. Los trabajos se suceden con ritmo lento y constante, encadenándose los estilos desde el
románico pleno hasta el
gótico tardío. Paleocristiano (S. IV – V): restos de sepulturas tardorromanas en la cripta.