12 de septiembre
EL DULCE NOMBRE DE MARÍA
¡Con qué reverente brevedad escribe
San Lucas, en el capítulo primero de su Evangelio, la frase que sirve de
pórtico al divino cuadro de la Encarnación!: " ¡Y el nombre de la
Virgen era María!". Es como presentarnos, en toda su regia sencillez, en el azahar florido y oloroso de su
huerto cerrado, a la llena de gracia, a la Reina de los
cielos y tierra, a la elegida, a la excelsa Madre de Dios.
Y, escuchando el acelerado palpitar de aquel corazón
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