Y llegó el momento de volver al pueblo. Algunos iban cada año a ayudar en la siega a sus padres, aprovechando el permiso (vacaciones pagadas) de su empresa. Otros en cambio tardaron algún año en volver, y cuando lo hicieron, casi no se les reconocía, pues la ciudad les había cambiado su aspecto.
Salieron del pueblo con la cara morena y la frente blanca por causa de la boina o sombrero que habían llevado durante la siega y la trilla. (No olvidemos que la mayoría de los que se marchaban lo hacían ... (ver texto completo)
Salieron del pueblo con la cara morena y la frente blanca por causa de la boina o sombrero que habían llevado durante la siega y la trilla. (No olvidemos que la mayoría de los que se marchaban lo hacían ... (ver texto completo)