Serie rosas y flores, ALCONCHEL DE LA ESTRELLA

El Amor es como la fiebre. Nace y se extingue sin que la voluntad intervenga en lo más mínimo.
Los testimonios que he podido leer describen a un Cagancho todavía vestido de plata refugiado en el salón de actos del Ayuntamiento de Almagro, custodiado por la guardia civil para que el personal que estaba en la calle no lo matase, fumando indolentemente y como resignado. Así es la vida. Yo quería quedar bien, pero lo que no pue zé, no pue zé. Uno de sus subalternos se queja a la guardia civil.

- ¿A usted le parece lógico que a éste Cagancho lo quieran meter en la cárcel por no haber matado...
El fracaso de Cagancho en Almagro es, efectivamente, la bronca más gorda ocurrida jamás en un espectáculo público en España. La marcha del diestro fue seguida de disturbios en los alrededores de la plaza en los cuales las fuerzas del orden tuvieron que cargar a caballo con una virulencia que ríete tú de los pipiolos antisistema. Almagro aquella tarde fue una batalla campal. Tan, tan fuerte, que quedó en la memoria de los españoles, para los cuales, aún sin haber estado allí, aún sin haberlo vivido,...
MIRA en tu jardín las rosas entreabiertas, y nunca los pétalos caídos...
OBSERVA en tu camino la distancia vencida y nunca lo que falte todavía...
GUARDA de tu mirar los brillos de alegría y nunca las nieblas de tristezas...
RETÉN de tu voz carcajadas y canciones y nunca los gemidos dolorosos...
CONSERVA en tus oídos las palabras de amor y nunca las de odio...

GRABA en tus pupilas el nacer de las auroras y nunca tus ponientes lastimosos...
CONSERVA en tu rostro las líneas de las sonrisas...
...
Otro le arreó una hostia en pleno carrillo. Y allí estaba Cagancho, en medio de un ruedo lleno de gente que le rodeaba para darle una paliza; ruedo en el que todavía había un toro vivo, sangrando por sus mil heridas, soltando tornillazos y llevándose a la gente por delante.

Entonces cargó el ejército, concretamente un destacamento de Caballería que se encontraba allí reforzando a la guardia civil. A caballo y en plan cabrón, consiguieron convencer al público de que se tranquilizase un poco....