De vuelta desde Alamillo y con la pena por dentro no se me borra de la memoria toda la gente que he saludado estos días los que viven siempre en el pueblo y otros que volvemos de lejos. Cuanto personal por las calles, sobre todo el sabado por la tarde y la noche. Cuanto me acordé del niño de Alcudia el jueves por la noche cuando llovía y como lo a agradecido el campo. Cuanta gente de Barcelona y de Bilbao para pasar cuatro días eso si que es amor al pueblo por que los de Madrid están mas cerca. Y ... (ver texto completo)