Muelle y grua de piedra, SANTANDER

El Puerto de Santander, Cantabria (España), se sitúa en el mar Cantábrico, concretamente en la bahía de Santander, en los municipios de Santander, Camargo y Marina de Cudeyo. Está gestionado por la Autoridad Portuaria de Santander, cuyo actual presidente es Jaime González López, dependiente del ente público Puertos del Estado y a su vez administrado por el Ministerio de Fomento de España. Pertenece a la provincia marítima de Santander (ST). Distrito de Santander (ST-4)
Historia
Santander vista por Joris Hoefnagel a finales del siglo XVI. Este grabado es la imagen más antigua existente de la ciudad.
La historia de Santander y su puerto están íntimamente ligadas desde el comienzo, ya que la construcción de este provocó el crecimiento del núcleo de población original alrededor de él. El puerto de Santander también ha propiciado el desarrollo de la ciudad, siendo en nuestros días uno de los motores económicos de Cantabria más importantes. Por último, señalar que el especial vínculo que une a puerto y ciudad se viene poniendo de manifiesto desde la década de los 50 en materia urbanística, pues el Ayuntamiento de Santander pretende terrenos portuarios sin uso actual para acometer grandes proyectos.

El puerto de Santander con el muelle del Martillo en primer término y el muelle de las Naos a la izquierda, delante del Castillo, 1867 (fotografía de J. Laurent).
Al cabo de las guerras cántabras, concretamente en el año 19 a. C., los romanos fundaron el puerto de Portus Victoriae, que algunos autores identifican con Santander y, otros, con Santoña. El emplazamiento de esta nueva población y puerto era inmejorable gracias al abrigo de la bahía. En un principio, la actividad principal del puerto, y motivo de su construcción, era la exportación de minerales hacia otros puntos del Imperio.

Edad Media y Moderna
En 1296 se forma la Hermandad de las Marismas, de la que Santander es parte.
En 1494 se crea el Consulado de Burgos, que posteriormente permite el tráfico de lana en el puerto de Santander, incidiendo positivamente en la economía local.
En el siglo XVI, Santander es uno de los puertos fundamentales para la Marina de Castilla y para el comercio del Reino de Castilla. En 1570, el rey Felipe II declara al puerto base naval del Cantábrico. En 1639 se funda el Real Astillero de Guarnizo, germen de lo que actualmente es Astander, en el actual municipio de El Astillero.
Comercio con el Nuevo Mundo
En 1765 se promulga del Real Decreto de Libre Comercio, que permite a Santander comerciar con las colonias españolas en el Nuevo Mundo. Veinte años más tarde, en 1785, se crea el Consulado de Santander. Gracias a estas dos medidas, el comercio colonial aumenta y la ciudad prospera hasta convertirse en una de las ciudades portuarias más importantes.
En 1801 se crea la provincia marítima de Santander.
En 1893 se produce la explosión del vapor Cabo Machichaco, atracado en el muelle de Maliaño del puerto santanderino. Su carga, compuesta de dinamita y ácido sulfúrico ardió durante horas antes de explotar.
Con la pérdida de las últimas colonias el puerto perdió su principal recurso, hecho que se dejó notar en la economía de la ciudad.
Siglo XX
El 11 de agosto de 1918 se funda el Depósito franco de Santander, uno de los primeros del país.
A mediados del siglo XX, se decidió que, en aras de aumentar la capacidad y competitividad, era necesario trasladar las tareas propias del puerto del centro de la ciudad a otro lugar, ese lugar sería una zona de marismas de la Bahía de Santander tras su relleno. El emplazamiento escogido para efectuar el relleno y, por tanto, del nuevo núcleo del puerto sería la Ría de Raos, en el límite municipal entre Santander y Camargo. En 1985 se inauguran los primeros muelles de Raos y cuatro años más tarde, en 1989, se finalizan las obras del espigón norte de Raos y la terminal de ferry. Posteriormente, con unas instalaciones más modernas y apropiadas, el puerto inicia el tráfico de automóviles, una de sus actividades principales.
En 1995 se inicia la construcción del espigón central de Raos, finalizado dos años más tarde. Además se elabora un plan que proyecta el uso de los espacios portuarios y la futura organización y funcionamiento del puerto.
A raíz de las continuos problemas y quejas que ocasionaba a la población cercana a las instalaciones portuarias la manipulación de los grandes volúmenes de carbón que llegan al puerto, en el año 2007 se inaugura una estación de graneles sólidos que sirve de almacenaje y manipulación tanto de carbón como de otras mercancías a granel.
Problemas de calado
La Bahía de Santander sufre una progresiva colmatación por los sedimentos que llegan de los ríos que vierten a ella sus aguas. Esto ha hecho necesario que en los últimos años se realicen labores de dragado en la canal de entrada a la bahía, que es la que utilizan los barcos para llegar al puerto, que se encuentra en la zona oeste del estuario. Aun así, las propias limitaciones de calado de la bahía hacen que los barcos más grandes no puedan acceder al puerto, lo que ha ido en detrimento del mismo en favor de otros puertos cercanos, como Bilbao o Gijón. Desde hace décadas se lleva planteando la necesidad de construir un puerto exterior fuera de la bahía para no estancar el crecimiento y la competitividad del mismo, aunque el proyecto se ha descartado varias veces por los grandes costes que supondría construir un nuevo puerto y por los problemas medioambientales que causaría. Así, el hecho de que el puerto se sitúe dentro de una bahía, lo que supuso grandes ventajas en siglos pasados por la protección que ésta daba a los barcos, hoy supone un inconveniente por la imposibilidad de crecimiento del puerto.
Proyectos futuros
PSIR de La Pasiega, una amplia área logística proyectada en el municipio de Piélagos que facilitaría la ampliación del tráfico de vehículos y resolvería las limitaciones de espacio que actualmente tiene el puerto. El proyecto está impulsado por el Gobierno de Cantabria y la Autoridad Portuaria de Santander.
Museo flotante permanente fragata Extremadura.