Vienen de muy atrás. Demasiado. A principios de los 70, y como muchos jóvenes, pasé el
verano bajo el sol zaragozano vestido de caqui. Fue el año del cólera, pues, al parecer, hubo algunos brotes por allí. Llegó el
otoño y conocimos la ciudad, bueno, toda nó. Los
cines, las
cafeterías, las tabernas, el Tubo, el Plata y el Oasis. Algunos incluso la
calle del
Caballo y los que tenían
coche se iban a cambiar de aires al Madrazo. Los mas piadosos y sensatos, se bajaban del autobus junto a la Seo e iniciaban
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