Horas de nervios
La nube de cenizas del volcán Eyjafjalla volvió a ocasionar, ayer, el cierre del aeropuerto de Noáin. Fueron muchos quienes recurrieron al autobús para llegar a Madrid, donde tenían que coger otro vuelo.
M. Turullols
- Domingo, 9 de Mayo de 2010 - Actualizado a las 09:35h.
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Carmen Ayesa y Patxi Itoiz también se enteraron por la radio de que el aeropuerto de Noáin había cerrado. Iban a ir a Madrid en avión, donde un taxi, que ya les había reservado la agencia y estaba incluido en el precio, les llevaría hasta su hotel. Allí pasarían la noche a la espera de coger al día siguiente un vuelo rumbo a Miami. Destino al sol y la playa.
Se han quedado sin avión, aunque Carmen Ayesa ya decía que "no se puede hacer nada". Al menos se van de vacaciones. Eso sí, es consciente de que les han dado "gato por liebre". No es lo mismo viajar en avión que en autobús.
Lo que sí van a tener en cuenta es, al menos mientras siga en activo el Eyjafjalla, considerar otras alternativas como el tren. "Si tenemos tiempo suficiente la próxima vez puede que que cojamos el tren", aseguraba. "Tampoco hay tanta diferencia de tiempo, entre el embarque, la espera... el tren no es mucho más lento", concluyó.
De esta forma, el autobús partía a las 15.08 horas con destino Madrid. Dentro iban veinte pasajeros, todos afectados por la misma causa, pero algunos más nerviosos que otros.
Por ejemplo, una cuadrilla de chicas tenía que coger un avión en Barajas a las 21.00 horas. Eso significa que, desde el momento en que el autobús arrancaba del aeropuerto, tenían cinco horas y cincuenta minutos antes de que su avión despegara. Si se tiene en cuenta que al autobús le cuesta realizar el trayecto algo más de cinco horas, tenían por delante otras tantas de agonía.
La nube de cenizas del volcán Eyjafjalla volvió a ocasionar, ayer, el cierre del aeropuerto de Noáin. Fueron muchos quienes recurrieron al autobús para llegar a Madrid, donde tenían que coger otro vuelo.
M. Turullols
- Domingo, 9 de Mayo de 2010 - Actualizado a las 09:35h.
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Carmen Ayesa y Patxi Itoiz también se enteraron por la radio de que el aeropuerto de Noáin había cerrado. Iban a ir a Madrid en avión, donde un taxi, que ya les había reservado la agencia y estaba incluido en el precio, les llevaría hasta su hotel. Allí pasarían la noche a la espera de coger al día siguiente un vuelo rumbo a Miami. Destino al sol y la playa.
Se han quedado sin avión, aunque Carmen Ayesa ya decía que "no se puede hacer nada". Al menos se van de vacaciones. Eso sí, es consciente de que les han dado "gato por liebre". No es lo mismo viajar en avión que en autobús.
Lo que sí van a tener en cuenta es, al menos mientras siga en activo el Eyjafjalla, considerar otras alternativas como el tren. "Si tenemos tiempo suficiente la próxima vez puede que que cojamos el tren", aseguraba. "Tampoco hay tanta diferencia de tiempo, entre el embarque, la espera... el tren no es mucho más lento", concluyó.
De esta forma, el autobús partía a las 15.08 horas con destino Madrid. Dentro iban veinte pasajeros, todos afectados por la misma causa, pero algunos más nerviosos que otros.
Por ejemplo, una cuadrilla de chicas tenía que coger un avión en Barajas a las 21.00 horas. Eso significa que, desde el momento en que el autobús arrancaba del aeropuerto, tenían cinco horas y cincuenta minutos antes de que su avión despegara. Si se tiene en cuenta que al autobús le cuesta realizar el trayecto algo más de cinco horas, tenían por delante otras tantas de agonía.
