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UJUE: 3.500 feligreses acompañaron a la imagen de la santa...

3.500 feligreses acompañaron a la imagen de la santa
Diario de Noticias

Sebastián ofició la ceremonia de conmemoración del cincuentenario
Con una asistencia muy inferior a la prevista, unas 3.500 personas acudieron ayer a Ujué, desde diferentes localidades de la Zona Media navarra, para conmemorar el 50º aniversario de la coronación canónica de la imagen de Santa María la Real de Ujué.
El acto central de la jornada lo constituyó una eucaristía oficiada por el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, monseñor Fernando Sebastián, acompañado por cerca de cuarenta sacerdotes en una explanada ubicada junto a la antigua ermita de San Miguel, en el mismo escenario en donde, hace medio siglo, tuvo lugar la coronación.
Entre los asistentes al acto litúrgico se encontraba una amplia representación del Gobierno de Navarra. El presidente del Ejecutivo, Miguel Sanz, el vicepresidente Rafael Gurrea, y los consejeros Ignacio Palacios, Javier Marcotegui e Ignacio Martínez Alfaro, además del presidente del Parlamento, José Luis Castejón.
Todos ellos se sumaron a una comitiva en la que desfilaba el Ayuntamiento de Ujué con su alcalde, ángel Remón, a la cabeza y sus homólogos de Tafalla, Luis Valero, y de Olite, Mª Carmen Ochoa. Asimismo, junto a ellos, representantes de municipios que acuden en romería a Ujué, como Beire, Pitillas o Barásoain.
En una mañana nublada que amenazaba una lluvia que no llegó a precipitarse, y con una temperatura muy agradable para caminar, desde los diferentes caminos que confluyen en la Cruz del Saludo se podía ver la llegada de caminantes. Al mismo tiempo, decenas de vehículos y varios autobuses ocupaban los lugares de aparcamiento dirigidos la Policía Foral.
Previamente, a las cuatro y media de la mañana, habían partido hacia el santuario los miembros de la Hermandad de los Doce Apóstoles de Tafalla y Olite, quienes tras juntarse en el camino cerca de Ujué, celebraron a las 8 de la mañana una emotiva e íntima misa en el interior de la basílica.
Traslado de la Virgen
A las 11 de la mañana, un grupo de vecinos de Ujué bajó a hombros hasta la plaza la imagen de la virgen. Allí fue montada en un vehículo engalanado con ramas y flores para ser trasladada hasta la ermita de San Miguel, donde fue recibida por el público entre vítores y aplausos. La admirada imagen ocupó el lugar más alto de la celebración, sobre un escenario instalado para la ocasión.
Antes de dar comienzo a la eucaristía, monseñor Fernando Sebastián colocó a la venerada talla sendas coronas, una a la imagen de la Virgen y otra a la del niño Jesús que tiene en sus brazos.
A lo largo de la misa se entonaron diferentes cánticos tradicionales de los diferentes pueblos. Durante la homilía Fernando Sebastián manifestó que con el acto de la coronación "expresamos el reconocimiento a la Virgen María y a su hijo Jesús como guías y modelos de nuestras vidas. Son la columna vertebral de nuestras familias y de nuestros pueblos". En su alocución, Sebastián también pidió a la Virgen de Ujué "que no nos deje nunca ni nosotrso nos olvidemos de ella" y "para que desaparezcan de todos nosotros los sentimientos de violencia o de prepotencia y que la Virgen proteja nuestra fe y sea el principal horizonte de nuestra vida".
En el momento de las ofrendas, el presidnete del Gobierno de Navarra entregó un donativo dentro de una urna de plata procedente del Monasterio de Leyre. En una bandeja se presentó una túnica y una cruz de romero como símbolos de la devoción mariana a lo largo de la historia. También se ofrecieron ramos de flores por parte de cada una de las localidades presentes, además del pan y del vino. Después de repartir la comunión, los asistentes entonaron la popular jota dedicada a la virgen "Es morenica y galana", y al finalizar la misa, emulando un acto que se realizó hace 50 años en este mismo lugar, Fernando Sebastián dio suelta a una treintena de palomas a la vez que se apelaba "a los deseos de paz y al final del terrorismo".
Concluida la misa, la imagen de la Virgen se trasladó de nuevo hasta el santuario acompañada por todos los asistentes a esta efemérides.
El ambiente festivo se extedió después por las calles de la villa que celebraba su último día de fiestas. El público pudo deleitarse con una actuación de un grupo mexicano en la plaza, visitando la exposición colectiva de pintura en la Casa Consisitorial o la muestra de animales en el frontón.