Lugo
Catedral.
Comenzada el año 1129 por el maestro Raimundo de Monforte, no se concluye el presbiterio hasta el siglo XIV. (33)
Lugo es universalmente conocido por el sobrenombre de “La Ciudad del Sacramento”, a causa del privilegio insigne de tener constantemente expuesta en el
altar mayor la sagrada Hostia.
Asentada sobre una elevada colina, los
romanos establecieron en ella una fortaleza y la rodearon de una gruesa
muralla, que aún hoy día se conserva íntegra.
Aparte de esta vieja herencia
romana, entre los múltiples
monumentos y motivos se cuentan la catedral con restos preciados del
románico, y el
claustro de
San Francisco, incluido en el recinto del
Museo Provincial, que a su vez, presenta la imagen pétrea de un
Cristo románico, procedente de la vecina
parroquia de
Santa María de Muja.
Catedral.
La parte
románica fue construida entre la segunda mitad del siglo XII y fechas desconocidas del XIII. Era de
planta de
cruz latina, con tres naves y con sus correspondientes
ábsides y con una
fachada oeste del estilo. Los ábsides fueron destruidos, cuando en el siglo XV se planificó la girola con sus
capillas; y lo mismo sucedió con la fachada cuando se construyó la actual, neoclásica, en el siglo XVIII.
Lo que de románico se conserva son el brazo mayor de tres naves con triforio y el brazo transversal. Se pueden apreciar distintos momentos desde el corte genuino de los tres primeros tramos de las naves laterales con
bóveda de cañón sobre
arcos perpiaños y con pilares,
ventanales, impostas y una
puerta típicamente románica, hasta la estructura de los pilares finales cruciformes con columnillas decorativas; Pasando por un intermedio, en donde a la vez que se aprecian ciertos elementos muy románicos, como son los ventanales y los pilares.
La nave central va cubierta con bóveda de cañón apuntado sobre arcos perpiaños, lo mismo que el brazo transversal. Nótense los
rosetones que se abren en los frentes norte y sur del crucero y el par de
ventanas de cada brazo.
El elegante triforio se desarrolla sólo a lo largo del brazo mayor, y consta de una arqueta que en cada tramo lleva un
arco mayor de medio punto, dentro del cual se abren dos apuntados, unidos en el centro sobre
columnas pareadas.
Claustro de San Francisco.
Claustro del antiguo
convento franciscano. Las cuatro alas se dividen en tres partes, cada una de las cuales se compone asimismo de tres arcos; estos arcos parten de las columnas pareadas alzadas siempre sobre un rebanco y allegadas a los pilares intermedios que marcan los tercios de cada ala; entre pilastra y pilastra, los arcos se sostienen, por dos veces sobre columnas pareadas. En estos arcos abundan los baquetones o baquetillas; la ornamentación ubicada casi exclusivamente en los
capiteles, es predominantemente vegetal, con una variedad extraordinaria en la colocación de sus hojas de acanto, hojas lanceoladas, etc. Se ven también algunos rostros humanos y figuras de
animales. (45) web local (Círculo Románico)