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TORRE DE SANTA MARIA: La Reconquista por Don Pelayo en la gruta de Covadonga...

La Reconquista por Don Pelayo en la gruta de Covadonga iba avanzando aunque lentamente en su gigantesca obra, y ya en el siglo XI de nuestra Era, en medio de revueltas mil y vicisitudes sin cuento, los Reyes de Castilla y Aragón dividieron entre sí el reino de Navarra al morir por alevosa mano fraticida su último rey Don Sancho en la villa de Roda. Quien quiera que haya registrado la historia habrá observado por esta época misma el rey Don Alfonso VI había logrado ceñir en sus sienes las coronas de Castilla y de León, y además las antiguas de Galicía y Asturias, con gran parte de la Rioja, Guipuzcoa y Vizcaya, y se disponía á la conquista de Toledo, donde como amigo y huésped en más adversos y no lejanos días fué recibido y tratado por su rey Almenón ó Alí - Menón.
A los nombres de Almenón y Alfonso VI va unida la noticia de la milagrosa aparición de la Virgen de Sopetrán, cuya historia no está libre de algunas inverosimilitudes que han alterado en parte la verdadera tradición. Ésta afirma que en tiempo de los godos en el camino de Siguenza á Compluto hubo un monasterio habitado por monjes mozárabes, y más tarde según se dirá, por religiosos de la orden de San Benito.
Alí - Maymón, hijo del rey de Toledo Almenón, derrotó á los cristianos, y viniendo por este lugar con gran botín, repentinamente quedó ciego á causa de un inmenso resplandor que partía de la Virgen Santísima, aparecida sobre una higuera. La Virgen María ofreció al mahometano su protección, le instruyó en las verdades del dogma cristiano y le bautizó con el nombre de Pedro. La conversión del Infante por mediación de la Virgen; la higuera en que la Señora se le apareció, y que después quedó inscrustrada en la pared de la iglesia que se hizo allí; la fuente,á quinientos pasos de aquél sitio, donde el Principe fué bautizado por mano de la Virgen misma; hé aqui el fondo de la verdadera tradición, la cual añade también que el moro Alí - Maymón, ya converso Pedro, allí vivió algún tiempo, y allí murió, haciendo vida de verdadero penitente y anacoreta.