Ahí, abandonado, medio cubierto por la vegetación y con alguno de sus elementos perdidos, pero con sus pilares de granito en pie, aparece el “
potro” para herrar
vacas y bueyes. Este patrimonio del mundo rural, desaparecido en la inmensa mayoría de los
pueblos de nuestra geografía, bien merecería la pena adecentar el lugar de su ubicación y reponer aquellos elementos, como el yugo, que le faltan. El patrimonio que las generaciones que nos precedieron nos legaron, debe ser conservado; no solo como
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