Convivir con la falacia:
Es difícil, muy difícil, uno, que de jigos a brevas le da por hace una incursión por esos mundos diversos, regidos por dioses pueriles, a cuyas olímpicas cimas se han encaramado a sí mismos aprovechando los fantasmas y los miedos recónditos que a todos nos imbuyeron desde la más tierna infancia quienes a estos precedieron, a veces y sin haber tomado ni una mísera copichuela de tintorro con sabor a madera de roble u olor margaritas silvestres; sufre mas que siente un vértigo que le arrastra irremediablemente al más absoluto de los vacíos que, como agujero negro dotado de magnética energía, lo arrastra hasta las mas negras profundidades de la estulticia humana.
Ayer por la tarde, tras desengancharme del aparatino, asqueado ya ante la avalancha sublime de mierda virtual que la pantalla ponía antes mis ojos guiñainos, expelida por jedionda ratas recubiertas de cerdas en vez de pelos, y que mi cerebro de conejillo de indias despistado y tontorrence, se veía incapacitado para analizar en su justa medida, al objeto de separar grano de paja, me di mi habitual vuelta por los foros de discusión y debate de ideas que los peninsulares de a píe usamos para evadirnos de la triste realidad en la que se desenvuelven nuestras vidas de anodino discurrir y hallé; cómo no, pues quien busca encuentra, una tertulia en la que, acaloradamente, varios varones enjundiosos con sus voces campanudas se intercambiaban improperios a los que llamaban razonamientos.
Ni que decir tiene, que ni intenté ni me hubiesen dejado meter baza basados en la superioridad incuestionable de su altitud intelectual y, sobre todo, de miras, pues, nada más y nada menos, que debatían, la conveniencia de auditar todas las secciones que tengan algo que decir dentro del organigrama en el que se reparten el poder en las comunidades autónomas. Como ejemplo, ponían a Catalunya, donde los actuales poderes fácticos ya han puesto en marcha el “anhelado y salvador ” mecanismo para reflotarla y colocarla de “nuevo” en el lugar que por derecho propio le corresponde. Mecanismos, que, como todos sabemos, consisten en reducir a la mínima expresión, la sanidad, la educación, los servicios sociales de toda índole y, eso sí, potenciar la presencia de agentes del orden en plazas y calles a todas horas del día y de la noche, además de consolidar las facilidades ya otorgadas a los ricos y poderosos, para mangonear a su antojo todo lo que sea susceptible de ser mangoneado.
También, que había que apretarle las tuercas y a esas comunidades que; como Extremadura, La Mancha o Andalucía, llevan ya unos años comandadas por gente que no son de fiar, mayormente, porque se conoce su estrato social, que no es el más adecuando para que sigan capitaneando una nave que siempre ha estado al mando de gente capacitada, y, como ejemplo diáfano de tal aserto, uno de ellos con pinta de patricio romano, puso como ejemplo al reino de Valencia, Murcia, León, Galicia, Castilla y Madrid DF, y, sobre todo, reluciendo como un faro en mitad de aguas procelosas, a las Islas de la Calma y del Amor, los jipis y los ingleses. Paradisíaco enclave donde todo es claro y reluciente, como los acristalados a prueba de balas y missiles y desarrapados en general,, despachos de banqueros y potentados de toda condición y laya.
¿Y tú qué harás, Pedro Escobar?
Almendral de Badajoz, sigue bien, muchas gracias.
Salud.
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