La Puerta de Serranos, VALENCIA

La Puerta de Serranos.
Valencia
La Puerta de Serranos es una de las doce puertas que custodiaban la antigua muralla cristiana de la ciudad de Valencia.
Comenzaron las obras el 6 de abril de 1392 sobre los terrenos del anterior pórtico. La composición del grueso de los muros es de mampostería muy sólida, ya que su función principal era la de servir de fortificación. Posteriormente se revistió de paramentos de sillería de piedra caliza, procedente principalmente de Alginet, para darle el acabado suntuoso que requería la otra función de carácter representativo.
En 1397, casi terminadas las obras, se planteó la necesidad de mejorar el acceso a la planta noble de las torres. Por eso se proyectó la monumental escalinata de piedra, que agrandó el edificio y facilitó su uso en las fiestas de bienvenida. El 19 de marzo de 1398 finalizaron las obras.

Su nombre parece provenir de su situación, al noroeste del casco antiguo, como entrada natural que comunicaba con los caminos que iban a la comarca de Los Serranos (el camino real de Zaragoza, que confluía en este punto también con el camino real de Barcelona). Otra teoría supone que pudo tomar el nombre de la principal familia que habitaba la calle homónima.
Su uso principal durante mucho tiempo fue servir de defensa en cualquier asedio o eventual ataque a la ciudad, pero más generalmente se utilizaba para ceremonias y entradas oficiales de embajadores y de reyes, y se la consideraba (y aún se la considera) como la entrada principal de la ciudad.

En 1586, después del incendio de la ciudad, las torres se reconvirtieron en prisión de nobles y caballeros, hasta el traslado de los presos al convento de San Agustín en 1887.
Entre 1893 y 1914, la Real Academia de San Carlos, llevó a cabo una restauración dirigida por el escultor y académico José Aixá.
Durante la Guerra Civil Española fue utilizado como depósito de las obras evacuadas del Museo del Prado de Madrid, tras realizarse una necesaria adaptación para tal fin. En este sentido, en diciembre de 1936 se construyó una bóveda de hormigón armado de 90 cm de grosor sobre el suelo del primer piso destinada a evitar que las obras de arte, alojadas en el piso más bajo, sufrieran daños en caso de bombardeo y derrumbe del edificio.

En el año 2000 se limpió la piedra y la puerta quedó con su aspecto actual.
En la actualidad las torres se pueden visitar y subir a lo alto, desde donde se tiene una vista formidable de Valencia. La puerta de Serranos se utiliza para varios actos de la ciudad. El más característico es la crida o llamada de la fiesta de las Fallas. El último domingo del mes de febrero, la fallera mayor proclama a los valencianos y falleros que ya están en Fallas, desde una tribuna levantada delante de la fachada exterior. Seguidamente se canta el Himno de la Comunidad Valenciana

Valencia es, desde 1982, la capital de la Comunidad Valenciana.
Con sus 792.492 habitantes (en el año 2022) es la tercera ciudad con más población de España, solo superada por Madrid y Barcelona.
Valencia fue fundada por los romanos como colonia en el año 138 a. C., siendo cónsul Décimo Junio Bruto Galaico, y se denominó Valentia Edetanorum. Después de los períodos romano y visigodo, en el año 711, los musulmanes ocuparon la ciudad aportando su lengua, religión y costumbres, así como la implantación de sistemas de riego y la introducción de nuevos cultivos. En 1238 el rey cristiano Jaime I de Aragón reconquistó la ciudad, y repartió las tierras entre los nobles que le ayudaron a conquistarla, tal y como queda testimoniado en el Llibre del Repartiment, así como también creó una nueva ley para la ciudad, los Fueros de Valencia, los cuales se hicieron extensivos al resto del reino de Valencia. En el siglo XVIII, Felipe V derogó los fueros como castigo al reino de Valencia por alinearse con los austracistas en la guerra de sucesión española.
Su casco histórico es uno de los más extensos de España, con aproximadamente 169 hectáreas, gracias a su patrimonio histórico y monumental.
Valencia es una ciudad con innumerables fiestas y tradiciones, entre las que caben destacar las fallas, las cuales fueron declaradas como fiestas de interés turístico internacional el 25 de enero de 1965 y Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad por la UNESCO el 30 de noviembre de 2016.
En la gastronomía tradicional de la ciudad destaca especialmente la paella, un plato conocido internacionalmente.
En la actualidad la economía de la ciudad se centra mayormente en los servicios, y en menor medida, Valencia mantiene una cierta base industrial