ASOCIACIÓN DE CLAVARIOS DEL
CRISTO DE LA FE,
VALENCIA
HISTORIA DEL
BARRIO DE SAGUNTO O MORVEDRE, VALENCIA
La ciudad de Valencia fue fundada en el 138 A. C. en la otra orilla del
río Turia, pese a ello nuestro barrio fue habitado en época
romana. Las primeras
casas estuvieron situadas a lo largo de la
Vía Augusta, tal como cuenta la
tradición, que sitúa en esta vía la
posada donde se ató a
San Vicente Mártir en el año 304 d. C. y de la que se conserva una
columna en la
Iglesia de
Santa Mónica.
Durante la dominación árabe el barrio estaba ocupado por barracas y alquerías en medio de
huertas cruzadas por acequias. Este
paisaje cambió muy poco a partir de la Reconquista cristiana. El barrio se denominó L´Alcudia y en su mayoría estaba habitado por moriscos. Sin embargo existió una comunidad de origen mozárabe entorno a un pequeño ermitorio dedicado a San Julián situado a mitad
calle Sagunto.
Posteriormente y aun cuando estaba situado fuera del recinto
amurallado, la cercanía al centro de la ciudad y las numerosas huertas de la zona, hicieron que esta parte del río se convirtiese en el lugar elegido para la construcción de varios
Monasterios: Santa Mónica, San Julián, La Trinidad, La Visitación, San Pedro Nolasco o la Zaidía son algunos ejemplos.
En el siglo XVI la población morisca era tan abundante que el barrio era conocido por la pequeña Argel o "Algeret". Sin embargo en 1609 se decreta la expulsión de los moriscos, quedando el barrio diezmado en el número de habitantes. Solo cinco años antes se había fundado el
Convento de Santa Mónica, donde en 1604 el patriarca San Juan de Ribera regaló a la comunidad de Agustinos una imagen de Cristo crucificado que intituló de la Fe.
Otro de los
edificios principales del barrio, en los siglos XVII y XVIII, fue el
Molino Villacampa que era atravesado por uno de los brazos de la acequia de Mestalla. El Molino estaba en la actual calle del Padre Palau i Quer (entonces llamada orilla acequia)
Este brazo de la acequia de Mestalla se le denominó de "
Rambla" y pasaba por la
plaza de San Pedro Nolasco saliendo a buscar los
huertos de la calle
Alboraya.
Otro brazo mas cercano a la orilla del rio, se le llamó de Algirós y dio nombre a una calle, ya desparecida, denominada "Canaleta" muy cerca de Santa Mónica. Tras bordear la iglesia, se dirigía al Molino de la Trinidad para perderse, por la Vuelta del Ruiseñor, en los
jardines del
Palacio Real (Viveros)
camino de Algirós.
La mayor parte de las casas estaban situadas en los limites del carrer Murviedro o Sagunto. Posteriormente y ya entrado el siglo XIX se irían abriendo
calles como Pepita (1887) Visitación (1883) u Orihuela.
En el Llano de Zaidía y en la calle Orilla Rio un conjunto de casas bajas y sobre todo
fabricas y
corrales componían una mezcla entre lo rural y lo industrial. El barrio, aun perteneciendo a Valencia, tenía su propia identidad y todavía se decía al cruzar el
puente: " ¡Me voy a Valencia!".