En este emplazamiento, en el año 1307, se fundó un
convento de Agustinos y se empezó a construir la
iglesia y el convento, que fue uno de los más grandes de
Valencia. En la actualidad, sólo queda la iglesia, y no en estado original, ya que en 1940, y de la mano del arquitecto Javier Goerlich Lleó, se restauró. Así pues, tanto la
torre como la
fachada a la
calle Guillem de Castro son
fruto de esa restauración. La iglesia es
gótica, de una sola nave con
capillas laterales y
coro a los pies; da una
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