VALGAÑÓN es un
pueblo perteneciente a la comunidad autónoma de
LA RIOJA. Forma parte de la zona denominada la Rioja Alta. A 64 kilómetros de Logroño y 968 metros de altitud, en la subcomarca del alto
Valle del Oja. En su término municipal -de 31,66 kilómetros cuadrados- se integran la villa de Valgañón y la
aldea de Anguta, que esta en
ruinas. Esta localizado en el borde septentrional de la
sierra de la Demanda en torno al valle del Ciloria y esta rodeado de un relieve muy abrupto con muchos
montes entre los que destaca el Torocuervo (1933 metros). El declinar de la industria textil, la
ganadería y la
agricultura han sido algunas de las causas del éxodo poblacional, la población viene disminuyendo desde 1752, que contaba con 700 habitantes, a los de 1997 que resultaron ser 177,96 varones y 81 mujeres. En los últimos años ha pasado de tener una ganadería importante a la situación actual en la que solo quedan prácticamente media docena de ganaderos,
vacas y
ovejas, pero dispone de recursos forestales muy importantes que compensan una agricultura mínima
dedicada a las forrajeras y una serie de
huertas para autoabastecimiento. La escasez de servicios hace que sea
Ezcaray la que suministra las necesidades de la Villa.
Está situado a 16 Km de
SANTO DOMINGO DE LA CALZADA, población famosa por su
Catedral, en la que se puede oír cantar al gallo y a la gallina, y que cuenta con un
Parador de Turismo. A menos de 6 Km está EZCARAY con afamados
restaurantes y variados establecimientos dedicados a la venta de productos de la tierra. La
estación de esquí de Valdezcaray permanece abierta durante los meses más fríos del año.
Logroño, la capital de La Rioja, está a 64 km y merece la pena visitar esta ciudad durante sus
fiestas patronales en honor a
San Mateo (21 de septiembre). Cogiendo la
carretera de
Fresneda, a escasos 6 km nos encontramos con la provincia de
Burgos (comunidad autónoma de
Castilla y León), siendo
Belorado el municipio más importante de la comarca burgalesa.
La economía de VALGAÑON se basa en la actividad cinegética que es intensa con frecuentes batidas de jabalí y subastas de
caza, la explotación de los montes mediante subastas de
pinos y hayas, y los impuestos municipales que tienen importancia, a pesar de la población tan reducida, porque al ir derivando el pueblo hacia un uso turístico, muchos descendientes del pueblo y
amigos han construido o rehabilitado muchas viviendas cuyos propietarios contribuyen a las arcas municipales y que en los fines de semana y vacaciones hacen que el pueblo se anime sobremanera. El pueblo se puede considerar en la actualidad como un pueblo prácticamente turístico.
El casco urbano destaca por sus construcciones de
piedra distribuidas básicamente en las tres
plazas de que dispone la Villa y las
calles que las unen. A poco más de un kilómetro del pueblo se encuentra la
iglesia parroquial de
Tresfuentes, una iglesia
románica del
siglo XII perfectamente conservada, con un
merendero, más cerca podemos ver los restos de la
ermita de
San Roque que también dispone en sus cercanías de instalaciones para merendar.