Soy asturiana, pero los mejores años de mi vida los pase en
Calahorra. Un precioso
pueblo que núnca olvidaré. Sus gentes son generosas y muy acogedoras. Las
campánas de la
catedral tenian un repicar que me parecía precioso. Esto ocurrio entre los años 1960 y 1971.
Saludos cordiales para todos y mucha salud.