LA MADRUGADA NO FUE CASTIGO.
Aquel hombre mujeriego jugador y a veces alcohólico, aquella madrugada de
fiesta y otros complementos, salía del
baile de una famosa discoteca de
Madrid. A su lado una mujer guapa, aunque llena de historias turbulentas, Aquella madrugada el
coche de este hombre le conducía por la autovía de
Barajas, y aquella mujer le llevaba a un lugar donde se cenaba a las cinco de la madrugada, todo parecía normal, más aquella
noche el alcohol le jugaba su partida rara, y empezando
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