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MADRID: Manoteras, el nudo de la desesperación...

fotos del barrio de Manoteras

Para encontrar la primera referencia a Manoteras debemos remontarnos a julio de 1807, cuando se sacaron a subasta diversos terrenos entre los términos de Chamartín, Hortaleza y Fuencarral, siendo citado entre ellos el lugar de "Las Manoteras". Desde ese momento apareció esporádicamente siempre refiriéndose a ventas y subastas de parcelas.
Pero qué eran Las Manoteras? Debía de ser uno de los pequeños valles que se escondían entre las suaves lomas al sur de Fuencarral y al norte de Hortaleza. El antiguo camino de Las Manoteras se corresponde con la actual avenida de Manoteras que partiendo del camino de Fuencarral a Hortaleza, cerca del casco urbano de Fuencarral, iba a parar a un valle con huertas donde finalizaba también el camino de la Fuente, que también partía de Fuencarral. Las llamadas casas de Las Manoteras se asentaron en la intersección del camino de Las Manoteras con el camino viejo de Madrid a Alcobendas, justamente donde ahora comienza la avenida de Manoteras.

En la prensa aparecía algunas veces como barrio de Chamartín u Hortaleza, pero en realidad era de Fuencarral, y la confusión venía por estar a caballo entre los tres pueblos. Siempre venía ligado a otros barrios, como el de Valdevivar, la Fuente de la Mora,... contando con algunos pozos que eran gregarios del Viaje del Agua del Abroñigal Alto, que nutría de agua a la Corte y Villa de Madrid.

Lo más destacable de Manoteras fue la construcción de la Casa de Nazareth, que era un colegio asilo para los huérfanos y viudas de la prensa promovido por la Fundación Luca de Tena y la Asociación de la Prensa. Este edificio sigue hoy en día en pie y es un Centro Ocupacional de la Comunidad de Madrid y además el lugar ha tomado el nombre del colegio, siendo hoy en día el barrio de Nazaret.

En 1957 se decidió crear un poblado de absorción junto al Camino de la Cuerda, en el tramo de la carretera de Hortaleza a Fuencarral, muy cerca del final de la Ciudad Lineal y al noroeste de Cuatro Caminos, el sitio con más altitud del lugar. Precisamente en los Cuatro Caminos se cruzaban dos Cañadas Reales, una proveniente del pueblo de Chamartín, que subía por la actual calle Añastro y continuaba por la carretera de la Estación de Hortaleza para torcer en la avenida Virgen del Carmen, y la otra por el mencionado camino de la Cuerda, lo que hoy en día es la avenida de San Luis. Es decir, los Cuatro Caminos estaban en el cruce actual de la avenida de San Luis con la carretera de la Estación de Hortaleza. De hecho en los antiguos planos de Hortaleza la avenida Virgen del Carmen era llamada en parte camino de los Toros.

hay que recordar que el camino de la Cuerda era una especie de M-40 que unía los pueblos limítrofes a la Capital (Fuencarral, Hortaleza, Canillas, Vicálvaro, Vallecas, Villaverde,...), y que utilizaban los arrieros para evitar entrar a Madrid y así no pagar impuesto, además de ser mucho más barato la posada y sustento de los ventorros que había en el camino. Transcurría por la divisoria de las vertientes del río Jarama y el arroyo Abroñigal, teniendo por tanto bastante altitud todo él.

Como decíamos, el nuevo barrio de Manoteras se planteó al norte del camino de la Cuerda, en un terreno un tanto escarpado y surcado por dos pequeños arroyos que por su poca importancia no tenían nombre e iban hacia el río Jarama. Uno transcurría entre las actuales calles de Vélez Rubio y Cuevas de Almanzora -más pegado a Vélez Rubio-, y el otro por la calle del Trinquete, naciendo ambos a la altura de la avenida de San Luis.

El único barrio existente era el barrio de El Querol (1), que contaba con pequeñas huertas y alguna quinta algo más grande en su parte baja como la de Canga de Argüelles, pero que en su gran mayoría eran viviendas unifamiliares muy pequeñas de gente humilde. Sin duda se asentaron allí por el fácil acceso al camino de la Cuerda y a la calle Arturo Soria, donde trabajaban bastantes de sus habitantes. Aunque la urbanización de la Ciudad Lineal no llegó a sobrepasar la avenida de San Luis, si que se hicieron las obras de nivelación del terreno más allá de la avenida de San Luis por parte de la CMU (la constructora de Arturo Soria) hacía 1914. Al otro lado de la futura prolongación de la Ciudad Lineal se situaba el barrio de Valdevivar, muy semejante al Querol.

El Querol tenía unas 400 viviendas, siendo la mayoría de alquiler y se daban muchos casos abusivos con realquilados y precios muy elevados. Las viviendas tenían una altísima tasa de ocupación debido a que había muchas familias numerosas. Existían chabolas que no sobrepasaban los quince metros cuadrados y para todo el barrio solo se contaba con una fuente pública.

En El Querol encontrábamos calles como: Ramón Fernández, Miguel A. Peña, Doctor Catalina, Canencia, Marconi, Andrés Loo, Leandro Hernández, Ramón Veiga, Heaes, Beethoven, Espliego,...

Como curiosidad podemos citar el caso del nombre de la calle Doctor Catalina, que fue puesto por los vecinos en agradecimiento a un doctor cirujano que vivía en Arturo Soria, frente al Cuartel de la Marina. El doctor Catalina daba asistencia sanitaria a los vecinos de El Querol y Valdevivar, pero lo sorpréndente es que fue el Jefe de Hospitales durante la Guerra Civil del Gobierno de la República, por lo que al finalizar la contienda fue encarcelado. Por suerte para él tuvo que atender a doña Carmen Polo, la mujer de Franco, y pudo quedar libre de cargos. A algún cargo municipal se le debió de pasar por alto quien era este doctor. Otro caso curioso del callejero de El Querol era el de Beethoven, que en las placas que pusieron en las calles figuraba con uve doble: "Beehtowen".

El primer núcleo del nuevo barrio de Manoteras se asentó junto a El Querol, en las calles Vélez Rubio, Alicún, Vélez Blanco, Bacares y la parte izquierda de Cuevas de Almanzora, así como la zona de abajo de Carrión de los Condes. Se trataba de 1.204 viviendas promovidas por la Organización de Poblados Dirigidos, encargadas por el Instituto Nacional de la Vivienda. Al ser un poblado dirigido existía la posibilidad de que los futuros habitantes trabajaran en la construcción de sus casas los domingos, con lo que se ahorraban un 20% del coste de su hogar. En el poblado de Manoteras hubo unos 170 vecinos que hicieron la llamada "prestación personal" y eran conocidos como "domingueros" como ocurría con otros poblados dirigidos de Madrid por ir a trabajar en sus futuros hogares los domingos.
La construcción se realizó desde 1959 hasta finales de 1960 cuando se entregaron las llaves de las viviendas

. El arquitecto jefe fue Manuel Ambrós Escanellas, y fue el único arquitecto de los poblados de Madrid que no contaba con experiencia anterior en el diseño de los mismos, por lo que Manoteras tenía diferencias respecto a otros. Las calles eran mucho más anchas que las del resto, no se buscó la apariencia de pueblo con calles estrechas y trazado sinuoso. Se dotó al barrio de mercado y locales comerciales por estar alejado de centros urbanos (el otro barrio al que se dotó de mercados fue el de San Blas), y lo más significativo es que se proyectó un parque, centro cultural, oficinas, casa sindical,... aunque gran parte de estas cosas no se llegaron a construir. Precisamente por estas diferencias en muchos libros sobre las viviendas de Madrid Manoteras no es contemplado dentro de los poblados, aunque lo fue a todos los efectos.

Se diseñaron bloques de cinco alturas junto a viviendas unifamiliares que contaban con un pequeño patio en la parte posterior y/o delantera. Una característica única es que se hicieron zaguanes que comunicaban visualmente las fachadas principales con los patios y que con el pasar de los años fueron añadidos a la viviendas como una habitación más en todos los casos.

En 1961 se inició la construcción de la segunda oleada con otras 830 viviendas que se entregaron en 1963, el conocido sobre el papel como Manoteras I, en las calles Cuevas de la Almanzora (en su parte derecha), Bembibre, San Pedro de Cardeña, y el resto de Carrión de los Condes. En las plazas Monterrey, Templarios y Cruz Latina es donde se construyeron los supermercados y los locales comerciales, incluso un cine que nunca llegó a funcionar. En esta ocasión la promotora fue la Obra Sindical del Hogar.

Pero precisamente los problemas surgieron para los primeros habitantes en enero de 1961. En el poblado dirigido no había comercios, no tenían autobús y unas lluvias muy fuertes habían anegado el barrio. Para colmo de males no tenían iluminación en las calles -al menos hasta abril de 1961-, e incluso estuvieron unas semanas sin electricidad en las viviendas. En la primavera de 1961 se prolongó el itinerario de la línea 29 de autobús desde Arturo Soria hasta Manoteras.
En junio de 1962 el Ayuntamiento de Madrid se hizo cargo del alumbrado público tomando el relevo del Ministerio de la Vivienda.
Otro hecho importante para la estructura del barrio tuvo lugar en agosto de 1962, cuando la Comisaría General para la Ordenación Urbana de Madrid asignó la finca que se encuentra entre la calle Carrión de los Condes, avenida de San Luis y carretera de la Estación de Hortaleza, al Ministerio de Marina. El terreno fue vallado aislando todavía más a Manoteras de Hortaleza. Allí se instalaron antenas militares que estuvieron hasta los años noventa cuando el terreno fue urbanizado. Al mes siguiente -septiembre 1962- el INV anunciaba la construcción de 61 escuelas en Manoteras (en buena lógica la noticia se debía de referir a 61 clases o unidades).
Sin embargo los colegios brillaban por su ausencia y algunos de los profesores que vivían en el barrio decidieron dar clases particulares en sus pisos para suplir en parte la carencia. Pero para rematar el entuerto cuando el Ministerio de Educación se enteró de la actividad de los docentes fueron expedientados y amenazados con ser expulsados de sus viviendas -noviembre de 1962-.

Colegios particulares cercanos al barrio como el Almazán (en la calle Mesena), el Ramón y Cajal y el Santísimo Sacramento (en Arturo Soria), la Inmaculada (en avenida del Carmen) o el Cristo Rey y El Bosque -el colegio de don Nicanor que estaba en uno de los chalet- (en la avenida de San Luis), escolarizaron a muchos niños de Manoteras.
Hasta 1964 las calles no tenían nombre y los hogares eran identificados por el número de torre o de hotelito. Pertenecía entonces al distrito de Chamartín, y hacia 1964 se le puso el nombre de Apóstol Santiago, aunque de siempre ha sido más conocido como Manoteras.
En abril de 1965 se constituyó la "Asociación de Cabezas de Familia de Manoteras, Querol, Valdevivar y otros barrios". Gracias a la Asociación los problemas se empezaron a tratar y airear en la prensa. Así en el informe de noviembre de 1966 elaborado por la Asociación se exponía que hasta octubre de ese año no fue inaugurado el supermercado, y al comienzo del año escolar había unos 10.000 niños que no tenían ningún colegio en el barrio. No todas las calles estaban urbanizadas y había graves problemas con el alcantarillado. Los jardines de Cuevas de Almanzora eran cuidados por los propios vecinos ya que el INV no hacia ningún mantenimiento, pero por suerte el Ayuntamiento de Madrid les facilitaba aparejos para su conservación. En vista de todo esto, y a que todavía no les habían dado las escrituras de sus viviendas, los vecinos del Poblado Dirigido se negaron durante más de un año a pagar los recibos al INV. Las carencias principales que denunciaba el informe eran: guarderías, buzones de correos (solo había uno), campos de deportes, parroquia (la que había estaba en la caseta de obras que dejaron cuando se construyó el poblado dirigido y se llamaba San Antonio María Claret),...
La primera iglesia estaba en la avenida de San Luis (conocida como "La Azul"), casi esquina a la calle Golfo de Salónica. Se trataba de la caseta de obras que estaba prevista que fuera escuela cuando quedara sin uso. Estas casetas las compraba el INV en Finlandia y se instalaron en bastantes poblados de Madrid en aquella época. Tuvo el nombre de San Antonio María Claret hasta septiembre de 1970, cuando fue desmembrada y pasó a llamase Jesús de Nazaret -curiosamente Nazaret es el nombre que recibe el antiguo barrio de Las Manoteras-. Según parece en los primeros años estuvo de párroco el padre Magín Morera, cuya beatificación se inició en el año 2004.
El día 23 de febrero de 1966 pasó por primera vez la línea de autobús número 49 (Plaza de Castilla - U. V. A. de Hortaleza) por la avenida de San Luis; y, aunque pasaba por el límite de Manoteras, fue un desahogo para el barrio y la comunicación con el Metro (Plaza de Castilla) era mucho más rápida que con la línea 29.
En 1967 fueron puestas en funcionamiento la central telefónica de la avenida de San Luis y los depósitos de gas al otro lado de la vía del tren, unas inmensas esferas plateadas de Gas Madrid.
Por fin en el curso 1968-69 fue inaugurado el colegio Josefa Segovia, con capacidad para 800 alumnos. A pesar de que no cubría ni de lejos toda la demanda existente de plazas escolares si que era un pequeño alivio.
Al entonces nuevo barrio del Pinar de Chamartín llegó en el primer semestre de 1968 la línea periférica P-29, que por ser más barata y por pasar muy cerca de El Querol fue utilizada por muchos vecinos para trasladarse a Plaza de Castilla. Esta línea funcionó hasta el día 28 de septiembre de 1980, cuando la P-29 hizo su último viaje y fue sustituida por la línea 129 de la EMT con mayor penetración por Manoteras. También por el Pinar de Chamartín pasaba el microbús M-12, pero este fue poco utilizado pues era bastante caro.

Entre 1970 y 1973 se construyó el llamado Manoteras II o Apóstol Santiago (2), a cargo de la Obra Sindical del Hogar. El barrio constaba de 1.638 viviendas, en bloques de 5 plantas con forma en H, en las calles Vélez Rubio, Mojácar, Alicun, Somontín y Monóvar. Hacía 1979 se remató la parcela con unos bloques en la calle Monóvar que cerraban la urbanización en su parte este y que se diferencian del resto por ser de ladrillo visto granate (el resto son de ladrillo blanco).
Manoteras II contó desde el primer momento con: dos colegios (el Méndez Núñez y el Virgen de Loreto), una guardería (El Carmen), y la nueva parroquia del barrio (Jesús de Nazaret); y unos años más tarde el Instituto Arturo Soria. También quedó perfectamente delimitado el centro de Manoteras por el barrio I, II y el Poblado Dirigido destinado a equipamientos; aunque en los primeros años era un solar despoblado a excepción del colegio Méndez Núñez, al que se le unió después el Instituto Arturo Soria y el parque de Manoteras.
Tras la entrega de las viviendas de Manoteras II el barrio empezó a pedir una mejora en el servicio de la línea 29 de autobús, además el barrio aledaño del Pinar de Chamartín seguía creciendo con lo que los autobuses iban hasta los topes. En octubre de 1975 se pusieron los nuevos autobuses rojos en la línea 29, aumentando un 30% la flota de los mismos. Por fin se consiguió que la línea 7 prolongará su recorrido desde Chamartín a Manoteras desde el día 12 de septiembre de 1976.
En enero de 1983 se inauguró el Parque de Doña Guiomar, sobre una superficie de 23.000 metros cuadrados, que supuso un respiro para Manoteras y Hortaleza, pero sin duda lo más importante es que era el nexo de unión definitivo de los dos barrios. En julio de ese mismo año abrió el Polideportivo que con sus piscinas remató la urbanización total de la zona de la carretera de la Estación de Hortaleza.
Entre 1990-91 abrió sus puertas el Centro de Salud de la calle Monovar que vino a reemplazar al ambulatorio de la calle Vicente Muzas que prestaba atención sanitaria a los vecinos desde enero de 1965. El ambulatorio de Vicente Muzas cubría a Hortaleza, Canillas, Manoteras, Cerro de la Cabaña, Portugalete, San Juan Bautista,... y con su apertura en 1965 se evitó que los vecinos se desplazaran hasta Doctor Esquerdo que era el único Centro de Atención Primaria hasta aquel año. Como en otros barrios de la zona había médicos particulares, como el doctor Catalina citado antes, o la iguala que en el caso de Manoteras estaba en la plaza de la Cruz Latina.

El Querol empezó a derribarse en 1990, durando la urbanización de la zona hasta 1995. En algunas de las parcelas se construyeron pisos del Plan 18.000, 1.082 viviendas, y 386 viviendas de la Empresa Municipal de la Vivienda; mientras que algunos terrenos han quedado sin edificar, como parque o simplemente solares. Con está operación quedó unido Manoteras al Pinar de Chamartín, y por la parte norte se prolongaron las edificaciones hasta la calle Roquetas de Mar. En el parque de El Querol (o Manoteras), se abrió al publico el Rocódromo en agosto de 1998, asimismo se instalaron en el parque varias canchas deportivas y un Centro de Día del Ayuntamiento de Madrid.
Es precisamente a mediados de los años noventa cuando algunos de los colegios del barrio empezaron a cambiar su cometido debido al envejecimiento de la población. Así parte del

colegio Josefa Segovia fue destinado a la 3ª edad, aunque con el pasar de los años fue derruido, y el Virgen de Loreto se convirtió en el Centro Integral de Servicios Sociales Santiago Apóstol, con Centro de Mayores, Centro de Día para Menores, Centro Juvenil, sala de lectura y estudio, talleres,....

El día 19 de octubre de 1992 se puso en funcionamiento el Parque de Bomberos junto al barrio, en la parcela formada por la avenida de San Luis y las calles Mesena y Eladio López Vilches, pegado a la gasolinera. En ese lugar estuvo hasta esos años uno de los depósitos de agua de la Ciudad Lineal, el último que construyeron y el que estaba a más altitud. El Parque de Bomberos daba servicio -además de Hortaleza-, a Fuencarral, Barajas, Ciudad Lineal y Chamartín; siendo un sitio estratégico por su magnífica comunicación.
En junio de 2004 se dio luz verde a uno de los viejos anhelos del barrio, el Metro, con la ampliación de la línea 4 desde el Parque de Santamaría, abriendo sus puertas el Metropolitano madrileño el día 11 de abril de 2007 en el parque de Manoteras.

Manoteras, el nudo de la desesperación
El nudo de Manoteras
Nudo de Manoteras. Estas dos palabras suenan a diario en el parte del tráfico matutino y vespertino sobre las carreteras madrileñas. Es elpunto de conexión de entrada y salida de la A-1 con la M-30, la M-607, la M-11 al aeropuerto, el paseo de la Castellana, los accesos a losbarrios del Pilar, Las Tablas y Sanchinarro. Desde hace siete años, tal y como coinciden en apuntar vecinos de Manoteras, conductores y trabajadores afectados por los atascos, el caos en esta ratonera se ha intensificado. Fundamentalmente por el nacimiento y ampliación de barrios como Sanchinarro, Montecarmelo, Las Tablas; la apertura de dos nuevos hospitales: el de Sanchinarro y el de La Moraleja, y el aterrizaje de miles de trabajadores al polígono de Manoteras y la instalación de nuevas empresas en la zona norte de Madrid.
En 1974, el Ministerio de Obras Públicas construyó los pasos del nudo de Manoteras: dos pasos principales sobre la autovía de Burgos y dos secundarios sobre ramales de enlace. Posteriormente, en 1996 se hizo un ramal anexo hacia la avenida de la Ilustración. Leonardo Fernández Troyano es uno de los ingenieros de esta obra. «En la época en la que se construyeron y se diseñó el proyecto, este punto de conexión de vías era suficiente para el tráfico que había», manifiesta. Ahora, añade, «se queda corto».
65.000 vehículos a diario
El Área de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid no facilita los datos públicos del número de vehículos que pasan a diario por este punto. La única referencia es la que aporta la Asociación de Automovilistas Europeos (AEA), que detalla que en 1991, cuando Fomento construyó el ramal de la M-40 para despejar la zona, se preveía una intensidad de 5.000 vehículos diarios. Hoy, calcula AEA según datos de Fomento, los coches que pasan por Manoteras se acercan aproximadamente a 65.000.
En un bar del polígono de Manoteras, cercano a una gasolinera, entra Enrique Fernández, que trabaja en la zona en una empresa de automoción. Son las 19.00 de la tarde. Pide al camarero una cerveza. « ¿Para qué voy a salir ahora si me voy a comer todo el atasco? Vengo aquí, me tomo una caña y espero. A estas horas no hay quien se mueva desde Manoteras hasta Costa Rica y vivo en la zona del Calderón. Tenían que hacer una incorporación directa a la pista. Esto es imposible», dice mientras alterna patatas fritas con su bebida.
Cabezada en el coche
Afuera, en otro bar anejo, conversan tres mujeres, empleadas todas ellas de la empresa Pascual: María Vegué, Montse Róspide y Cristina Martín. Hacen lo mismo. Esperar a que se deshaga el nudo. Cuentan su calvario para llegar al trabajo todos los días. El polígono, donde hay instaladas casi medio centenar de pymes y grandes empresas, lo rodea la avenida de Manoteras y el camino y avenida de Fuente de la Mora. Los trabajadores que van en coche, además del atasco del nudo tienen que tragar con el colapso que se genera en este lugar. «Cada vez hay más empresas y menos aparcamientos. Muchos no tenemos combinación para llegar hasta aquí si no es en coche», relata María, quien vive en Villanueva del Pardillo.
Las estaciones cercanas son Fuente de la Mora de Cercanías y Virgen del Cortijo, de Metro Ligero. «Para encontrar estacionamiento y llegar a tiempo al trabajo hay que venir una hora antes. Hay mucha gente que lo hace y luego se queda durmiendo un poco en el coche», señala Cristina.
Los residentes de esta zona, además de los perjuicios de los atascos también padecen problemas de aparcamientos. «El hospital de Sanchinarro tiene aparcamiento de pago y la gente estaciona fuera. Eso, más todos los trabajadores de la zona, no tenemos donde dejar nuestro coche los que no tenemos plaza», relata Ángel Puerta. «Yo dejo mi coche en doble fila por las tardes porque si no tendría que llevarlo lejos», afirma Beatriz, la trabajadora de una farmacia.
La solución efectiva
Todos piden soluciones y saben que la única opción está bajo tierra. El Ayuntamiento ya diseñó en 2006 el arreglo a este gran problema: el by-pass norte. Pero la crisis lo dejó en «stand-by». Ejecutarlo costaría alrededor de 1.400 millones de euros.
Luis Irastorza, el responsable de Desarrollo Urbanístico de Chamartín (DUCH) y miembro del Colegio Oficial de Ingenieros de Madrid, conoció al detalle este proyecto y explica a la perfección cuál es el mal del nudo de Manoteras: el cierre completo de la M-30 por la zona norte. «No se previó una circunvalación completa. Era una U inicialmente. La única solución es el cierre subterráneo».
Explica Irastorza que este túnel, que sería de unos 7 kilómetros de largo y 50 de profundidad, cerraría desde Salvador Maella para conectar mediante bifurcación con Pío XII y la A-1. «Esto sería un cierre en condiciones y descongestionaría entre un 30 y un 40 por ciento el tráfico en la zona, que no tiene capacidad suficiente para tanto tráfico».
Irastorza considera que el mayor problema para el nudo de Manoteras es todo el tráfico que llega y va desde y hasta la zona de la avenida de la Ilustración. Pero pronostica que tendrán que pasar entrediez y quince años para que esta obra se haga efectiva. «Mientras tanto —arguye— tocará convivir con este punto negro de Madrid»
TATIANA G. RIVAS@TATIANAGRIVAS / MADRID
Día 08/04/2014

ISABEL PERMUY


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