La
portada principal, con
arcos rebajados mixtilíneos y alfiz, se abre a una lonja de respeto. Los
Escudos jaquelados y el cordón franciscano nos dan la pista sobre su fundador, Cisneros. La
torre, según trazas de Rodrigo Gil de Hontañón, comenzó a levantarse en 1528, rematándose bajo la dirección, a partir de 1582, de Nicolás de Vergara, 'el Mozo'. En 1998 han vuelto a ellas las
campanas que, desde esta privilegiada atalaya, inundan con su canto el ambiente de la ciudad.