UN DÍA DE VERANO SOÑANDO CON ROSAS
Era un pueblo de la sierra madrileña, donde el frío no dejaba crecer las bellas rosas, las flores de los geranios, podían conservarlas metidas en las habitaciones y comedores, de sus casas de piedra. Todos los patios apenas tenían adornos de jardines, tan solo las duras encinas parecían aguantar esas temperaturas tan invernales. Aquel hombre venido de la Castilla Profunda, donde en el mes de enero de cualquier año, los fríos eran muy duros, habiendo días de no ... (ver texto completo)
Era un pueblo de la sierra madrileña, donde el frío no dejaba crecer las bellas rosas, las flores de los geranios, podían conservarlas metidas en las habitaciones y comedores, de sus casas de piedra. Todos los patios apenas tenían adornos de jardines, tan solo las duras encinas parecían aguantar esas temperaturas tan invernales. Aquel hombre venido de la Castilla Profunda, donde en el mes de enero de cualquier año, los fríos eran muy duros, habiendo días de no ... (ver texto completo)