Tachuela 47
..... descubiertas por él en el archivo histórico de Simancas.
Pasada la hora de la cena el chico de Malva, que también vive en Zamora y trabaja en una multinacional, se va al Bar La Pacheca, donde había quedado con la chica de Malva, que vivía en Zamora cerca de un centro comercial, la chica de Malva, que vivía en un pueblo de Extremadura, la chica del pueblo, que reside en el centro de la capital de la provincia, otra chica, que también vive en Zamora, de Malva, al lado de otro centro comercial, y otro chico que siendo también de Malva, vive en algún pueblo de Cáceres, tiene una mano vendada, se hizo daño al arrastrar, jugando al perrero. Allí van llegando todos y todas, siempre faltará alguna, que habrá que ir a buscar a su casa. Estando todos deciden ir a una de sus casas, no de ellos, las casas de los pueblos son de sus padres, a una casa, de la que por esos días no estaban los padres, que seguro, que con otros hijos estarían.
- El cofre ponía, repiten y repiten.
.............................. ...................
POR VIENTO CON FUEGO
DEBAJO DE LA “YERBA”
LAS VISITAS HARAN
- Las palomas visitaran, os acordáis de nuestras madres, que siempre andaban con la frase: voy a hacerle una visita a la Virgen, pues está claro, se trata de llegar a algún sitio donde haya una Virgen, joyas o lo que sea. Esto lo diría alguna de las chicas, o eso es de pensar.
- El viento se refiere al palomar de planta circular, que en aquella época era un molino de viento, lo confundimos con el Bar “El Molino”, y las palomas al otro palomar al de planta rectangular- diría otra de las chicas o por que no un chico.
- La moneda aparecida en el cofre tenía como una “Y”, si os habéis fijado la palabra hierba está escrita con “Y”; como antiguamente se utilizaban las dos formas de escribir la palabra hierba, no sospeché que tuviera un sentido especial, pero si lo tiene, nos están diciendo, debajo de la hierba, quiere decir debajo del suelo, tiene que tratarse de algo subterráneo, de túneles, me da la impresión que hay más de uno, o uno en forma de “Y”. Aquí ya no merecerá la pena insistir si lo dijo chica o chico, que más da,
- Creo que tenemos todos los datos, menos uno, no entiendo lo del fuego- a los demás, les pasaba lo mismo, ¿qué sería eso de “con fuego”-
- Habrá que llevar, unas cajas de cerillas, o un mechero, y no se nos puede olvidar una buena linterna.
Estas y otras conversaciones parecidas las hubiera oído todo aquel que allí hubiera estado.
Deciden no esperar hasta el día siguiente, aunque lo correcto será decir, no esperar a que amanezca ese mismo día, ya serían las dos y cuarto de la noche, la luna llevaba tres o cuatro días en creciente, no estaba la noche como de luna llena, pero había suficiente claridad; se encaminan a la ermita, por la carretera de Toro, dirección Castronuevo de los Arcos, al llegar al empalme, giran hacia la izquierda pasando por las alcantarillas, suben la cuesta la ermita (buena cuesta, cuando éramos pequeños para subir en bicicleta, te daban la alternativa el día que eras capaz de subirla) y antes de llegar al camino Molino que bordea la ermita por el palomar de Saturnino, el rectangular, ven a una mujer junto a la ermita debajo de la espadaña.
- La mujer desconocida de Toro con un hijo en el Ferral
- Esto me lo estaba yo imaginando, son los tres, que están en la casa de él de los pájaros, los qué están maquinando todo lo relacionado con el cofre, los triángulos, las cartas y todo este misterio.
- Y que hacemos ahora.
- Sigue, sigue, tira hasta el cruce de la carretera de Bustillo, dijo chico que siendo también de Malva, vive en algún pueblo de Cáceres, tiene una mano vendada, se hizo daño al arrastrar, jugando al perrero.
Llegando a éste, giraron a la derecha, dirección Bustillo del Oro
- Mirar, hay un furgón, justo detrás de la ermita, pegado a la pared, como si estuviera escondido.
- Un Citroen, también, es el coche, del que dice trabajar en Toro, en Pevafersa, La empresa de las placas solares.
Siguieron por la carretera de Bustillo, y a mitad del trayecto.....
Continuará.
Salud.
..... descubiertas por él en el archivo histórico de Simancas.
Pasada la hora de la cena el chico de Malva, que también vive en Zamora y trabaja en una multinacional, se va al Bar La Pacheca, donde había quedado con la chica de Malva, que vivía en Zamora cerca de un centro comercial, la chica de Malva, que vivía en un pueblo de Extremadura, la chica del pueblo, que reside en el centro de la capital de la provincia, otra chica, que también vive en Zamora, de Malva, al lado de otro centro comercial, y otro chico que siendo también de Malva, vive en algún pueblo de Cáceres, tiene una mano vendada, se hizo daño al arrastrar, jugando al perrero. Allí van llegando todos y todas, siempre faltará alguna, que habrá que ir a buscar a su casa. Estando todos deciden ir a una de sus casas, no de ellos, las casas de los pueblos son de sus padres, a una casa, de la que por esos días no estaban los padres, que seguro, que con otros hijos estarían.
- El cofre ponía, repiten y repiten.
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POR VIENTO CON FUEGO
DEBAJO DE LA “YERBA”
LAS VISITAS HARAN
- Las palomas visitaran, os acordáis de nuestras madres, que siempre andaban con la frase: voy a hacerle una visita a la Virgen, pues está claro, se trata de llegar a algún sitio donde haya una Virgen, joyas o lo que sea. Esto lo diría alguna de las chicas, o eso es de pensar.
- El viento se refiere al palomar de planta circular, que en aquella época era un molino de viento, lo confundimos con el Bar “El Molino”, y las palomas al otro palomar al de planta rectangular- diría otra de las chicas o por que no un chico.
- La moneda aparecida en el cofre tenía como una “Y”, si os habéis fijado la palabra hierba está escrita con “Y”; como antiguamente se utilizaban las dos formas de escribir la palabra hierba, no sospeché que tuviera un sentido especial, pero si lo tiene, nos están diciendo, debajo de la hierba, quiere decir debajo del suelo, tiene que tratarse de algo subterráneo, de túneles, me da la impresión que hay más de uno, o uno en forma de “Y”. Aquí ya no merecerá la pena insistir si lo dijo chica o chico, que más da,
- Creo que tenemos todos los datos, menos uno, no entiendo lo del fuego- a los demás, les pasaba lo mismo, ¿qué sería eso de “con fuego”-
- Habrá que llevar, unas cajas de cerillas, o un mechero, y no se nos puede olvidar una buena linterna.
Estas y otras conversaciones parecidas las hubiera oído todo aquel que allí hubiera estado.
Deciden no esperar hasta el día siguiente, aunque lo correcto será decir, no esperar a que amanezca ese mismo día, ya serían las dos y cuarto de la noche, la luna llevaba tres o cuatro días en creciente, no estaba la noche como de luna llena, pero había suficiente claridad; se encaminan a la ermita, por la carretera de Toro, dirección Castronuevo de los Arcos, al llegar al empalme, giran hacia la izquierda pasando por las alcantarillas, suben la cuesta la ermita (buena cuesta, cuando éramos pequeños para subir en bicicleta, te daban la alternativa el día que eras capaz de subirla) y antes de llegar al camino Molino que bordea la ermita por el palomar de Saturnino, el rectangular, ven a una mujer junto a la ermita debajo de la espadaña.
- La mujer desconocida de Toro con un hijo en el Ferral
- Esto me lo estaba yo imaginando, son los tres, que están en la casa de él de los pájaros, los qué están maquinando todo lo relacionado con el cofre, los triángulos, las cartas y todo este misterio.
- Y que hacemos ahora.
- Sigue, sigue, tira hasta el cruce de la carretera de Bustillo, dijo chico que siendo también de Malva, vive en algún pueblo de Cáceres, tiene una mano vendada, se hizo daño al arrastrar, jugando al perrero.
Llegando a éste, giraron a la derecha, dirección Bustillo del Oro
- Mirar, hay un furgón, justo detrás de la ermita, pegado a la pared, como si estuviera escondido.
- Un Citroen, también, es el coche, del que dice trabajar en Toro, en Pevafersa, La empresa de las placas solares.
Siguieron por la carretera de Bustillo, y a mitad del trayecto.....
Continuará.
Salud.