La
iglesia de San Miguel Arcángel, del siglo XVII, donde se puede admirar una
talla en
madera policromada del siglo XII-XIII de la
imagen de
Santa Ana y el
retablo del
altar mayor.
Ruinas de la Iglesia de
San Juan, principios de siglo XVII, con un inmenso
arco de medio punto y los restos de la
capilla.
El
Pozo Bueno, de principios del siglo XIX, que ha servido para abastecer de
agua al
pueblo de
Malva hasta la década de 1940, en la que compartía protagonismo con las tres
fuentes de agua estratégicamente situadas en diversos puntos del pueblo. A partir de la década de 1970, se contaba con agua corriente en las
casas del pueblo.
Ermita-
santuario de la
Virgen del Tobar, siglos XII-XIII,
situado en una loma a 700 metros del pueblo, con buenas
vistas hacia el
horizonte y
puestas de sol espectaculares.
Palomares, los hay de varios estilos arquitectónicos: de
planta redonda; de planta cuadrada; en forma cilíndrica; de doble
tejado y sencillo; de
adobe y de
ladrillo. Las
casetas de barro para guardar los
aperos de labranza acompañan a los palomares en la
arquitectura del
paisaje rústico.
El
antiguo transformador de la luz, construido a principios de 1950, que se conserva en perfecto estado y servía para abastecer de energía al
molino y el alumbrado público en los primeros años en que Malva disponía de energía
eléctrica (hacia 1948-49).
Conjunto histórico de las casas
antiguas en la
calle de San Juan, y las ruinas de
corralines situados en el antiguo
Barrio nuevo, más conocido por
Barrero en el argot
popular.
Pozos con
bóveda piramidal y
puerta de protección en madera, situados en
las eras en
torno al
parque infantil.
Escuelas infantiles,
edificio de tres alturas en planta rectangular, con capacidad para más de 80
niños y niñas en 1950. En la actualidad alberga el
centro de salud e instalaciones municipales.