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MALVA (Zamora)

La fuente
Foto enviada por MSOL

Más sobre las clases sociales

En los de la clase media también había diferencias. Tomemos como modelo la familia labradora de par de mulas. Si las tierras eran propias ya podían “coger mozo de año” y el amo ayudar en sementera y verano. Y vivir con desahogo: casa decente, corral, pajar, cuadra, bodega. Si eran arrendadas, en todo o en parte, vivían trabajando mucho y aplastados por las rentas.
Sobre las clases sociales

la clase alta, los señoritos, disfrutaban de buenas casonas, buen vestido (de corbata a diario), buen alimento, buena higiene (algunos eran refinados en jabones y perfumes) las criadas le subían el agua caliente al lavabo de su habitación. Acceso a la sanidad de entonces y a la educación. Y, cuando el trabajo era tan duro, no superable físicamente por los más débiles, no trabajaban. Sus manos, su “distinguido” aspecto contrastaba con el pobre, tosco y rudo de los jornaleros. ... (ver texto completo)
Más sobre precios de la época

Aquel mismo año en que un jornal de pico y pala se pagaba con TRES PESETAS, o DOS CINCUENTA, el Ayuntamiento paga TRESCIENTAS PESETAS INTEGRAS al Predicador de Semana Santa y OCHENTA PESETAS POR SU ALOJAMIENTO a la Superiora de las Hijas de la Caridad.
Los jornales y los precios

Jornal diario de un obreros sacando tierra del cauce del río Valderaduey, TRES PESETAS....... “y a los que sean ancianos o no estén con todas sus aptitudes DOS pesetas CINCUENTA céntimos.
Precio de los alimentos:
Pan, pieza de dos kilos, a cincuenta céntimos kilo.
Carne de vaca sin hueso, dos pesetas veinte céntimos.
Tocino: TRES PESETAS VEINTE CÉNTIMOS.
Manteca de cerdo: CUATRO PESETAS KILO.
La cebolla era mucho más barata.
Es un relato de Villalpando que he encontrado en un blog, pero que resulta familiar por el parecido que tiene con otros pueblos de la provincia
Los picapedreros
Los obreros marchaban, a pie, a machacar piedra para las carreteras, a cavar los túneles de “Las Portillas”, a los Saltos del Esla, a cavar viñas en La Rioja, a segar a mano a la Tierra del Pan, a “hacer el verano a los pueblos palentinos y vallisoletanos de “Campos”, los que podían juntar el dinero emigraban a Francia o a la Argentina.
Los jornaleros

La subsistencia de los jornaleros dependía de que les dieran o no jornal, que les daba para comer ese día. No existía ningún tipo de protección social: ni seguros sanitarios, ni prestaciones por desempleo, ni pensiones de vejez o incapacidad. La beneficencia municipal pagaba a un médico “para los pobres”. La Diputación prestaba auxilio en un Hospital Provincial, en un asilo y en el hospicio, para casos extremos.
Entre los obreros también existían diferencias. No era lo mismo ser ... (ver texto completo)
Demografía popular

Después de éstos existían cinco labranzas grandes de más de tres pares de mulas y tierras propias, luego toda una gradación de medianos y pequeños agricultores, la mayoría con tierras en renta que, junto a los pastores, profesionales de los oficios y comercio, constituían el 50 % de la población. El otro 50 eran jornaleros, pequeños oficios y mendigos.
Con los anteriores mimbres, el cesto de la diferente calidad de vida entre unos y otros era abismal.
EL CAMPO Y LAS MUJERES
Las mujeres salían al campo a apañar de todo: respigar en el verano, a rebusco de uvas después de las vendimias, a por “el cogido para los conejos”, a robarle a las hormigas, cavando los hormigueros, el kilo de granos que habían apañado en todo el verano, a barrer la paja que las torbas sacaban de las eras al camino, a por un haz de leña a la dehesa que traían en la cabeza y revendían por las casas. A espárragos silvestres: atados en haces de docena los llevaban, andando a ... (ver texto completo)
Y CONTINUA
Tener un cacho de corral para hacer en él las necesidades, criar unas gallinas que las aprovecharan, y una coneja, alimentadas de “cogido” las camadas, suponía media supervivencia. Si había sitio para una pocilga con huésped, alimentado con la respiga, eso era un lujazo, y más cuando de la matanza se cambiaban los jamones por los mismos kilos de tocino.
A ver si os suenan estos relatos

Vivían en casuchas de adobe o tapial, apretujadas unas contra otras, que de 20 metros cuadrados de solar las había; si bien con dos plantas, en las que si los muchachos crecían, pegaban con la cabeza en las tobas del techo: piso en tierra, cocina, y dos cuartos. Una puertica y dos ventanucos a la calle. ¡y nada más!, ni retrete, ni agua, ni nada. Una bombilla, y no en todas.
La cosa es que no tenemos más que piteras por todos los sitios. Pero mira, peor sería no contarlo, mientras tengamos voltaren, menos mal va la cosa.
Buenas, Msol
¿Qué tal vas?
Me doy una vuelta por aquí, hoy que puedo porque estoy solica en el curro, y mira por donde, me encuentro contigo. Suerte que he tenido.
La cosa es que no tenemos más que piteras por todos los sitios. Pero mira, peor sería no contarlo, mientras tengamos voltaren, menos mal va la cosa.
Muchas gracias por vuestros buenos deseos. Con el voltaren se pasando, pero hay que jo... cómo duele la puñetera rótula.
Heli: Deseo que te mejores. Mejor dicho que se te pase del todo. Salud