ERA UNA TARDE DE VERANO DE 1952.
Era una tarde de verano de aquellas de 1952, quizá fuera en el mes de julio, la tormenta venía como de Medina del Campo, las nubes negras del verano tormentoso imponían respeto, Pronto los guardas del campo desde sus casetas de tirar bombas a la tormentas iniciaron sus lanzamientos, sonaban en esas horas de siesta del caluroso verano, como si fueran un previo aviso de la granizada que enseguida empezó, serían las tres de la tarde, y los relámpagos y truenos dejaban ... (ver texto completo)
Era una tarde de verano de aquellas de 1952, quizá fuera en el mes de julio, la tormenta venía como de Medina del Campo, las nubes negras del verano tormentoso imponían respeto, Pronto los guardas del campo desde sus casetas de tirar bombas a la tormentas iniciaron sus lanzamientos, sonaban en esas horas de siesta del caluroso verano, como si fueran un previo aviso de la granizada que enseguida empezó, serían las tres de la tarde, y los relámpagos y truenos dejaban ... (ver texto completo)