NO ME DIGAS FRASES INCONGRUENTES.
Eran tiempos de escuchar mentiras, de palabras poco influyentes,
de ver brotar las heridas en muchas sufridas gentes.
Corrían vientos del norte por los penosos caminos,
siempre buscando horizonte sin querer ser adivinos.
Contando viejos refranes que no pasaban de moda,
y comiendo grandes panes mientras nada te incomoda.
... (ver texto completo)
Eran tiempos de escuchar mentiras, de palabras poco influyentes,
de ver brotar las heridas en muchas sufridas gentes.
Corrían vientos del norte por los penosos caminos,
siempre buscando horizonte sin querer ser adivinos.
Contando viejos refranes que no pasaban de moda,
y comiendo grandes panes mientras nada te incomoda.
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