TITIRITEROS POR LA RIBERA DEL DUERO.
Cuantas noches divertidas dieron los titiriteros, cuantas historias perdidas con sueños aventureros. Por las tierras de Castilla bordeando el Río Duero, en su cultura sencilla se notaba el ROMANCERO. Nos dejaron las sonrisas, sus vestidos y sus juegos, algunas veces las brisas hicieron lanzar los ruegos. Titiriteros bailando que nos dejaron consuelo, algunas veces cantando miramos al alto cielo. Escenarios de madera que nos marcaban enredos, sonrisas que eran preciosas en la noches de los pueblos. Llegaban titiriteros con esperanzas y sueños, iban logrando dineros en los tiempos mas risueños. Payasos marcando noches entre sonrisas del pueblo, iban haciendo derroches con el calor pasajero. Cuantas noches he soñado con ciertos titiriteros, mi corazón fue temblando en los momentos sinceros. Para el pueblo era su fiesta, que bueno el titiritero, alegrando cualquier cuesta por muy poquito dinero. Sentados en taburetes sobre las plazas del pueblo, los niños vimos juguetes hoy solo el pensarlo tiemblo. Eran tiempos de verano, eran calores y vientos, el hombre se siente humano y olvida los sufrimientos. Titiriteros cantando con un ritmo pasajero, las noches fuimos pasando con muy poquito dinero. G X Cantalapiedra.
Cuantas noches divertidas dieron los titiriteros, cuantas historias perdidas con sueños aventureros. Por las tierras de Castilla bordeando el Río Duero, en su cultura sencilla se notaba el ROMANCERO. Nos dejaron las sonrisas, sus vestidos y sus juegos, algunas veces las brisas hicieron lanzar los ruegos. Titiriteros bailando que nos dejaron consuelo, algunas veces cantando miramos al alto cielo. Escenarios de madera que nos marcaban enredos, sonrisas que eran preciosas en la noches de los pueblos. Llegaban titiriteros con esperanzas y sueños, iban logrando dineros en los tiempos mas risueños. Payasos marcando noches entre sonrisas del pueblo, iban haciendo derroches con el calor pasajero. Cuantas noches he soñado con ciertos titiriteros, mi corazón fue temblando en los momentos sinceros. Para el pueblo era su fiesta, que bueno el titiritero, alegrando cualquier cuesta por muy poquito dinero. Sentados en taburetes sobre las plazas del pueblo, los niños vimos juguetes hoy solo el pensarlo tiemblo. Eran tiempos de verano, eran calores y vientos, el hombre se siente humano y olvida los sufrimientos. Titiriteros cantando con un ritmo pasajero, las noches fuimos pasando con muy poquito dinero. G X Cantalapiedra.