LAS PALABRAS DE MACHADO
SON ALARGADAS
Palabras que van volando
por los campos castellanos,
en Soria viven soñando
con sus versos tan humanos.
Las palabras marcan rutas
por los montes y los llanos,
tienen fuerzas absolutas
en los senderos sorianos.
Versos que van entre pinos,
por sus bonitos lugares,
hay quien les llama divinos
cuando se vuelven cantares.
El Duero siente su nombre
con sus álamos temblando,
por atrás se quedo el hombre
que se sigue recordando.
Viendo la Laguna Negra
Machado sigue presente,
parece que se le espera
en aquel tan bello ambiente.
Sombras llenas de respeto
por los caminos sorianos,
Machado fue el hombre inquieto
que habló de los castellanos.
Bajo el cielo de Castilla
sus versos son alargados,
aunque naciera en Sevilla
dejo lugares marcados.
Álamos de La Ribera
donde el Duero va cantando,
sus flores de primavera
parecen seguir brotando.
Machado dejó sus huellas
en la ciudad y en el campo,
y mirando a las estrellas
su imagen va resaltando.
G X Cantalapiedra.
SON ALARGADAS
Palabras que van volando
por los campos castellanos,
en Soria viven soñando
con sus versos tan humanos.
Las palabras marcan rutas
por los montes y los llanos,
tienen fuerzas absolutas
en los senderos sorianos.
Versos que van entre pinos,
por sus bonitos lugares,
hay quien les llama divinos
cuando se vuelven cantares.
El Duero siente su nombre
con sus álamos temblando,
por atrás se quedo el hombre
que se sigue recordando.
Viendo la Laguna Negra
Machado sigue presente,
parece que se le espera
en aquel tan bello ambiente.
Sombras llenas de respeto
por los caminos sorianos,
Machado fue el hombre inquieto
que habló de los castellanos.
Bajo el cielo de Castilla
sus versos son alargados,
aunque naciera en Sevilla
dejo lugares marcados.
Álamos de La Ribera
donde el Duero va cantando,
sus flores de primavera
parecen seguir brotando.
Machado dejó sus huellas
en la ciudad y en el campo,
y mirando a las estrellas
su imagen va resaltando.
G X Cantalapiedra.