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SORIA: Sin cambio de rumbo...

Sin cambio de rumbo
Zapatero defiende a ultranza el gasto público en España...
Publicado el 10-02-10, por Calixto Rivero

El presidente del Gobierno enarboló ayer de nuevo la bandera del gasto público, a pesar de que los mercados han castigado a España en los últimos días por el agujero de sus cuentas públicas -del 11,4% del PIB- y por el rápido incremento de los niveles de deuda -por encima ya del 50%-.

Sin embargo, José Luis Rodríguez Zapatero –que se reunió a puerta cerrada con su grupo parlamentario en el Senado– echó balones fuera a pesar de las alarmas creadas ante el desplome del Ibex, que llegó a caer un 5,9% el jueves de la semana pasada, y por el aumento del diferencial del bono español con el alemán, que alcanzó los 128 puntos básicos a finales de enero. A su juicio, la desconfianza de los inversores en la economía nacional es culpa de “elementos especulativos”.

Zapatero presumió de que desde que llegó a La Moncloa no ha cesado en el intento de sustituir un patrón de crecimiento basado en el ladrillo. “Renovar el modelo es urgente, pero ha sido siempre prioritario desde 2004”. Sin embargo, obvió que su gabinete tardó más de un año en reconocer la crisis. También dijo que desde que el PP dejó el poder se ha dado “un salto histórico en I+D+i”, aunque olvidó que los Presupuestos del Estado de 2010 recortaron la inversión en esta partida un 3,1%.

El trasfondo de su mensaje era uno: el Gobierno no ha cometido errores;es más, su política de gasto ha sido imprescindible para que España no caiga aún más. Fuera de España, sin embargo, prefiere destacar un recorte del gasto de 50.000 millones que aún no ha concretado.

El presidente, así, mezcló en su discurso términos incompatibles como el agua y el aceite: la austeridad y el aumento de los beneficios sociales. Ayer mismo, anunció que el próximo Consejo de Ministros ampliará en 6 meses el famoso subsidio de 426 euros, lo que, a su juicio, beneficiará a 200.000 desempleados nuevos, lo que suma cerca de 510 millones de euros.

Esta iniciativa, que ya fue avanzada por el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, hace menos de un mes (ver EXPANSIÓN del 26 de enero), tiene un arma de doble filo. Aunque la Administración central pagará los subsidios a los nuevos parados, las CCAA tendrán que sufragar los pagos a los desempleados que lo renueven, algo que agravará los enfrentamientos entre las autonomías y el Ejecutivo.

El presidente, tras un repaso complaciente de las dos últimas legislaturas del PSOE, no entró a detallar cuáles serán sus armas para acabar con una tasa de paro del 19,5% y para atajar el déficit del 11,4% al 3% de aquí a 2013, cifras que han obligado al Ministerio de Economía a hacer una gira por Europa.
Zapatero defendió a ultranza políticas como el cheque de 2.500 euros para las embarazadas, la renta básica de emancipación para jóvenes, la Ley de la Dependencia o el esfuerzo en educación infantil, a pesar de que han contribuido a aumentar el gasto público un 17% en las cuentas públicas de este año.

Sin cambio de rumbo
“Es incierto que haya un cambio de rumbo”. De esta contundente forma defendió que muchas de estas medidas han sido imprescindibles para afrontar problemas como el envejecimiento de la población o la falta de sostenibilidad en las pensiones en el medio-largo plazo.

Asimismo, el presidente dijo que el sistema de pensiones es más sólido que nunca. Para respaldar este argumento anunció que el Fondo deReserva de la Seguridad Social pasará “de los 60.000 a los 62.000 millones en los próximos días”.

Sin cambio de rumbo
Zapatero defiende a ultranza el gasto público en España...
Publicado el 10-02-10, por Calixto Rivero

El presidente del Gobierno enarboló ayer de nuevo la bandera del gasto público, a pesar de que los mercados han castigado a España en los últimos días por el agujero de sus cuentas públicas -del 11,4% del PIB- y por el rápido incremento de los niveles de deuda -por encima ya del 50%-.

Sin embargo, José Luis Rodríguez Zapatero –que se reunió a puerta cerrada con su grupo parlamentario en el Senado– echó balones fuera a pesar de las alarmas creadas ante el desplome del Ibex, que llegó a caer un 5,9% el jueves de la semana pasada, y por el aumento del diferencial del bono español con el alemán, que alcanzó los 128 puntos básicos a finales de enero. A su juicio, la desconfianza de los inversores en la economía nacional es culpa de “elementos especulativos”.

Zapatero presumió de que desde que llegó a La Moncloa no ha cesado en el intento de sustituir un patrón de crecimiento basado en el ladrillo. “Renovar el modelo es urgente, pero ha sido siempre prioritario desde 2004”. Sin embargo, obvió que su gabinete tardó más de un año en reconocer la crisis. También dijo que desde que el PP dejó el poder se ha dado “un salto histórico en I+D+i”, aunque olvidó que los Presupuestos del Estado de 2010 recortaron la inversión en esta partida un 3,1%.

El trasfondo de su mensaje era uno: el Gobierno no ha cometido errores;es más, su política de gasto ha sido imprescindible para que España no caiga aún más. Fuera de España, sin embargo, prefiere destacar un recorte del gasto de 50.000 millones que aún no ha concretado.

El presidente, así, mezcló en su discurso términos incompatibles como el agua y el aceite: la austeridad y el aumento de los beneficios sociales. Ayer mismo, anunció que el próximo Consejo de Ministros ampliará en 6 meses el famoso subsidio de 426 euros, lo que, a su juicio, beneficiará a 200.000 desempleados nuevos, lo que suma cerca de 510 millones de euros.

Esta iniciativa, que ya fue avanzada por el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, hace menos de un mes (ver EXPANSIÓN del 26 de enero), tiene un arma de doble filo. Aunque la Administración central pagará los subsidios a los nuevos parados, las CCAA tendrán que sufragar los pagos a los desempleados que lo renueven, algo que agravará los enfrentamientos entre las autonomías y el Ejecutivo.

El presidente, tras un repaso complaciente de las dos últimas legislaturas del PSOE, no entró a detallar cuáles serán sus armas para acabar con una tasa de paro del 19,5% y para atajar el déficit del 11,4% al 3% de aquí a 2013, cifras que han obligado al Ministerio de Economía a hacer una gira por Europa.
Zapatero defendió a ultranza políticas como el cheque de 2.500 euros para las embarazadas, la renta básica de emancipación para jóvenes, la Ley de la Dependencia o el esfuerzo en educación infantil, a pesar de que han contribuido a aumentar el gasto público un 17% en las cuentas públicas de este año.

Sin cambio de rumbo
“Es incierto que haya un cambio de rumbo”. De esta contundente forma defendió que muchas de estas medidas han sido imprescindibles para afrontar problemas como el envejecimiento de la población o la falta de sostenibilidad en las pensiones en el medio-largo plazo.

Asimismo, el presidente dijo que el sistema de pensiones es más sólido que nunca. Para respaldar este argumento anunció que el Fondo deReserva de la Seguridad Social pasará “de los 60.000 a los 62.000 millones en los próximos días”.