(continuación)
"Nadie se explica cómo nunca tuvo un simple catarro, pese al cambio de temperaturas que soportaba su cuerpo, saliendo del
horno de cocer el
pan a las
calles nevadas de la ciudad. Todos los sorianos nos sentíamos orgullosos del Comas, a quien teníamos por un superhombre, y contábamos sus hazañas a cuanto forastero se dejaba caer por la ciudad. El hecho de que estos actos heroicos los llevara a cabo con hielo y con
nieve, hacía del Comas algo nuestro, consustancial a la esencia soriana."