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El ajuste de la economía continúa siendo severo. En particular, para los trabajadores que han perdido su empleo. Pero los salarios privados, que hasta ahora habían aguantado el temporal (los públicos cayeron un 5% de media), comienzan a sufrir los rigores del momento económico. Hasta el punto de que en 2010 perdieron casi dos puntos de poder adquisitivo. Nunca antes en democracia se había producido una distancia mayor entre el crecimiento de los precios y de las nóminas.
En concreto, mientras que el incremento salarial pactado en convenio colectivo fue del 1,3% en 2010 (un 1% en el caso de las empresas), el Índice de Precios de Consumo aumentó un 3%. Si en lugar de calcular la inflación en el acumulado entre enero y diciembre se mide la media del año -fórmula más representativa de la evolución de los precios- el resultado es que el IPC creció un 1,8%, todavía por encima de los salarios.
Lo peor, sin embargo, puede estar por venir, En 2011, y según las previsiones de Funcas (la fundación de las cajas de ahorros), los precios acabarán en el acumulado del año en el 1,7%, pero escalarán hasta el 2,7% en media anual, lo que significa una sensible pérdida de poder adquisitivo. En 2009 el deflactor del PIB -una medida que incorpora toda la inflación que sufre una economía y no sólo la derivada del consumo- creció un 0,6%, pero los salarios pactados en convenio crecieron nada menos que un 3,7% (incluyendo revisiones por desviaciones de IPC). Algo que, sin duda, contribuyó a aumentar la tasa de desempleo.
La causa última de este proceso tiene que ver la caída en picado del número de convenios colectivos que incorpora una cláusula de revisión salarial. Según los datos más recientes, tan sólo el 45,8% de los acuerdos laborales protege el poder adquisitivo de los salarios en caso de una desviación entre la subida de los salarios y la inflación real. Se trata de un porcentaje que se sitúa 15 puntos por debajo del dato de 2009 y de más de 20 respecto del año anterior ... (ver texto completo)
El ajuste de la economía continúa siendo severo. En particular, para los trabajadores que han perdido su empleo. Pero los salarios privados, que hasta ahora habían aguantado el temporal (los públicos cayeron un 5% de media), comienzan a sufrir los rigores del momento económico. Hasta el punto de que en 2010 perdieron casi dos puntos de poder adquisitivo. Nunca antes en democracia se había producido una distancia mayor entre el crecimiento de los precios y de las nóminas.
En concreto, mientras que el incremento salarial pactado en convenio colectivo fue del 1,3% en 2010 (un 1% en el caso de las empresas), el Índice de Precios de Consumo aumentó un 3%. Si en lugar de calcular la inflación en el acumulado entre enero y diciembre se mide la media del año -fórmula más representativa de la evolución de los precios- el resultado es que el IPC creció un 1,8%, todavía por encima de los salarios.
Lo peor, sin embargo, puede estar por venir, En 2011, y según las previsiones de Funcas (la fundación de las cajas de ahorros), los precios acabarán en el acumulado del año en el 1,7%, pero escalarán hasta el 2,7% en media anual, lo que significa una sensible pérdida de poder adquisitivo. En 2009 el deflactor del PIB -una medida que incorpora toda la inflación que sufre una economía y no sólo la derivada del consumo- creció un 0,6%, pero los salarios pactados en convenio crecieron nada menos que un 3,7% (incluyendo revisiones por desviaciones de IPC). Algo que, sin duda, contribuyó a aumentar la tasa de desempleo.
La causa última de este proceso tiene que ver la caída en picado del número de convenios colectivos que incorpora una cláusula de revisión salarial. Según los datos más recientes, tan sólo el 45,8% de los acuerdos laborales protege el poder adquisitivo de los salarios en caso de una desviación entre la subida de los salarios y la inflación real. Se trata de un porcentaje que se sitúa 15 puntos por debajo del dato de 2009 y de más de 20 respecto del año anterior ... (ver texto completo)