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EL BURGO DE OSMA: LA SOLEDAD NO SE LA QUITABA EL RÍO UCERO...

LA SOLEDAD NO SE LA QUITABA EL RÍO UCERO
Era una señora de buen ver, que tuvo la fatalidad de quedarse viuda con más de sesenta años, su felicidad se marchó con su marido, un hombre que la tenía muy considerada, y que la colmaba de buenas palabras, más el destino como siempre se encarga de anular ese estado de bienestar. La economía no la iba mal, tenía su pensión y algún dinero ahorrado, más sus días eran nostálgicos y melancólicos, las fotos de su boda eran un mirarlas cada día, la ropa de su marido la tenía planchada y preparada como si fuera volver mañana, incluso los zapatos que dejó seminuevos los paseaba en sus pies por el pasillo de su casa, una vecina que tuvo la mala suerte de quedarse viuda fue su única compañía, ya que tenía un hijo casado en el extranjero, del que apenas recibía noticias, parece ser que su nuera no era amiga de visitar España, y mucho menos de traer a sus hijos para que los viera esa abuela, La señora con su amiga salían a pasear por las orillas del Río Ucero, y se contaban sus ratos de no poder pasar página, se ve que las noches eran frías, y pensando en su marido se quedaba medio dormía, cualquier ruido la sobresaltaba, y por las mañanas incluso le ponía el desayuno, que luego ella misma se lo comería, Eran ratos de insomnio, de pasar por su mente todas las aventuras juveniles que vivieron en su tierra, y cuando la noche la dejaba sin fuerza se quedaba dormida, y hasta parece que escuchaba la voz del marido fallecido, sobre su mesilla de noche, estaba la foto del día de su boda, que de vez en cuando la besaba, y la tenía siempre sin polvo ni mancha alguna, era como si hablara con su difunto esposo, cuando por la noche veía alguna película que la gustaba, solía contarle a esa foto el contenido de la película, Era como tenerle a su lado aunque hubiera fallecido, ni el sonido de las Campanas de la Catedral la hacían ser diferente, su amor no se borró con la muerte, estaba siempre presente, y cuando su mente pensaba quería volver a vivir aquella vida de matrimonio feliz. G X Cantalapiedra.