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DEZA: El Moncayo se ve desde la mayor parte del término de...

El Moncayo se ve desde la mayor parte del término de Deza, escepto desde las depresiones en donde se encuentra nuestro pueblo y la vega del Río Henar. Y siempre se ve imponente, allá a los lejos (nos separan doce horas a pie) en dirección nor-este. Al viento que sople de ese lado se le llama moncaino, viniendo casí tan frío como el cierzo que a nosotros nos sopla nor-oeste, posiblemente con un ángulo de 90º, uno del otro.
Mala prensa tiene el Moncayo como acuífero entre los pueblos del somontano de Soria: Beratón, Noviercas, Borobia y aún Ólvega. Este es el diptico: "Moncayo ladrón - manas en Castilla y riegas en Aragón".
Pero no la tiene mejor por la temperatura y enfriamiento del clima que en Aragón y su capital, Zaragoza produce el viento que en el Moncayo nace:
"Día frío, comentan, viene aire del Moncayo".
Sin embargo el paisaje de la sierra moncaina y de sus cumbres, sus cabezos y sus barrancas es variopinto y hermoso. Aunque cae al Norte y no en tierra de Soria, " la dehesa natural del Moncayo" sería el mejor exponente del influjo del monte y de su fecundidad y de su belleza.
Escritores de la talla de Antonio Machado o Gustavo Adolfo Bécquer quedaron impresionados por la magia secreta de los ambientes naturales que coexisten en la sierra del Moncayo. Y, de hecho fue en estos parajes del Sistema lbérico donde ambientaron buena parte de sus magníficas obras literarias. Hoy el visitante, impregnado de poesía, prosa y leyendas misteriosas, puede revivir el escenario del Moncayo, penetrando en sus salvajes y formidables bosques de robles, así como en otras diversas masas forestales.
Situado a caballo entre las regiones de Aragón y Castilla, a últimos de septiembre ya suele estar nevado. De ahí viene su nombre de Mon-cayo, derivación de Mons Caunus, que viene a decir "Monte Cano o Canoso”.
El Moncayo constituye una valiosa isla biogeográfica repleta de vida, humedad y verdor. Mimado por las nubes y brumas atlánticas que capta su impresionante volumen montañoso y su elevada altitud (2.315 m), es en su cara norte donde se halla una excelente y variada sucesión altitudinal de pisos de vegetación. Los coscojares y encinares de sus faldas y somontano van dando paso a robledales, pinares, hayedos, manchas de abedulares... hasta llegar al pino negro y a las comunidades rastreras y de pastizal propias de las cumbres y canchales de montaña. Acebos, piornos, tejos, helechos y jaras hacen también acto de presencia.
Los robledales se localizan en la zona media de la montaña, entre los 900 y los 1.300 m de altitud aproximadamente. Existen dos tipos de robles, el Quercus petraea o roble y el abundante Quercus pyrenaica, conocido popularmente como rebollo o melojo. Su extensión original ha sido, por desgracia, reducida paulatinamente mediante repoblaciones a base de pinos.
Una minúscula parte de la sierra fue declarada en 1927, Sitio Natural de Interés Nacional y hoy día, Parque Natural de la Dehesa del Moncayo.

Seguiremos. Un abrazo.