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DEZA: EL Alto de la Escaleras....

EL Alto de la Escaleras.

Deza se encuentra en un valle
que lo formó el río Henar
hace millones de años
después de que fuera mar.
Tu lo puedes admirar
fielmente desde el peñón:
una gran mole de jaspes
al pié de una depresión,
que emergiendo por el este
por donde despierta el sol,
cascada es de piedras nobles
muralla de contención
de un campo que es casi llano
todo tierras de labor.
Guardián de ciertas cabrillas
de nuestras entorno, marisco
que pastan por sus laderas
sin necesidad de aprisco
siendo fósiles vivientes
del piélago que aquí había
y que nos quedan las fuentes
que manan de noche y día.
Pero el llano está allá arriba
y hay que subir el peñón
lo mas deprisa posible
aunque nos cueste un riñón;
pues al campo hay que sacarle
con esfuerzo y con sudor
nuestro pan de cada día
como sentenció el Señor.
Y la manera mas fácil
aunque hay otra solución
será llegar a San Roque
ladera arriba, al pairón.
Pero como el tiempo es oro
y el oro siempre es dinero
se pensó en abrir caminos
abriendo nuevos senderos
que serian los atajos
del alto las escaleras
y la cuesta interminable
en dirección La Alameda.
Pero atajar sin trabajo
siempre fuera una utopía
y para subir al cerro
se trazaron estas vías
que aprendieron de las cabras
que a diario se subían
pastando hierbas y olores
de piedra en piedra, hasta arriba
siguiendo la misma ruta
el pastor que era su guía
con su cayado y su manta
hasta poner pié, en la cima
que es la que quitaba el sueño
al labrador, que creía
que las mulas con su carga
éstas cuestas bajarían
por escalones de mármol
que el mismo fabricaría
con tesón y con paciencia
poco a poco, cada día.
Y que después, con el uso
hasta brillo sacaría
a golpe de mucha albarca
de bajarla y de subirla
con chispazos de herradura
del casco de las mulillas
generalmente, su yunta
el tesoro de su vida
que bajaban cuatro fajos
a lomos de la anganilla
y con la albarda sujeta
al vientre con una cincha
debajo el rabo, el atarre
que era lo que sostenía
en equilibrio, la mies
que a la era se traía
de la piezas de las cortes
la zarzuela, el Caladizo
Navaseca, El pozo el campo,
El mojón de los obispos….

Quizá el destino fuera otro
pero no nos cabe duda
que siguiendo este camino
y usando distintas rutas
nos sentimos muy felices
subiendo por estas curvas
sentados en las albardas
de nuestros burros y mulas
muchas veces ya de noche,
con el farol de la luna
y las estrellas colgando
en esas calles oscuras
que jugando se escondían
para que tu las buscaras
contándolas de una en una
……
La Soledad a sus pies
al viajero bendecía
De La Alameda, Bijuesca
Reznos y Quiñonería
Peñalcazar, Carabantes
Venta Tanas y cercanías
y al Moncayo, que es vigía
de las Tierras de Aragón y de Castilla.