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DEZA: "Vemos pues que ha habido un alza continuada, una demanda...

Y seguía...

"Cuando se manejan datos macroeconómicos del sector agrario se habla, habitualmente, de la renta agraria, la producción final agraria, los consumos intermedios y más conceptos que hacen las delicias de aquellos que disfrutamos con el análisis económico y el estudio de la realidad agraria. Pero muy pocas veces, casi nunca, nos referimos a la deuda del campo. Y este, hoy, en un momento de falta de liquidez y reducción del crédito, es un ratio relevante".

Un abrazo.

"Pues bien, el endeudamiento del sector agrario a 31 de diciembre de 2008 superó –por vez primera– la renta agraria estimada para ese año, según datos del Banco de España y del MARM. Frente a una renta agraria de unos 23.000 millones de euros, la suma de créditos otorgados por entidades financieras privadas y públicas para hacer frente a la actividad productiva era –en esas fechas– de 23.500 millones de euros, algo más que la renta agraria estimada".

Un abrazo.

"Pero lo peor no es sólo la cuantía de la cifra y lo que revela en términos de desfase, lo peor es que el crédito agrario era en el año 2004 el 62,4% de la renta agraria, subió al 79,7% en 2005, alcanzó el 90,7% en 2006, volvió a elevarse al 92,7% en 2007 y finalmente superó el valor 100 llegando al 100,7% a finales de 2008. Ignoro las cifras al terminarse septiembre pero dada la tendencia observada me temo lo peor".

"Vemos pues que ha habido un alza continuada, una demanda de crédito del agricultor/ganadero a bancos, cajas de ahorro y cajas rurales, creciente, continuada que revela cómo las magnitudes agrarias han ido deteriorando las rentas agrarias y los agricultores han debido recurrir al crédito para hacer frente a sus compras de consumos intermedios año tras año. Y ese crédito se reparte del modo siguiente: a bancos un 31,8%; a cajas de ahorro el 39,8% y a cajas rurales el 26,6%, quedando el resto para ICO y otros".

Un abrazo.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Hay otros muchos índices que revelan que la situación del campo español no es buena. Índices de producción, de precios percibidos, de precios pagados, de consumos de inputs, de márgenes comerciales crecientes y no ajustados a los precios de oferta en origen, etc. etc. Pero éste, el de la deuda agraria, es casi el compendio de otros. Cuando los ingresos de la explotación no permiten financiarse día a día es el crédito quien debe hacerlo. Y al indicado habría que añadir el que se aplica a inversiones ... (ver texto completo)