En primer término podemos apreciar la
piscina circular para los peques. Detrás está la de las personas mayores, de proporciones olímpicas. En nuestro
pueblo tenemos la gran suerte de tener abundantes manantiales de
aguas que brotan espontáneamente en varios lugares y uno de ellos, el mayor, alumbra a escasos metros de las
piscinas con lo que está asegurado el suministro en todo el
verano, sin interrupción. A veces lo que hace falta es que haga calor para bañarse pues el líquido elemento, suele estar un poco fresquito, sobre todo por las mañanas. De todos modos, es una delicia bañarse en aguas tan puras y tan cristalinas. ¡Prueba esta próximo verano, el darte un buen chapuzón! Repetirás. Un abrazo.